WASHINGTON – El infame hombre que se convirtió en un símbolo del asalto al Capitolio por su llamativa apariencia con la cara pintada y llevando cuernos de bisonte dijo el lunes que está arrepentido de haber participado en los disturbios.
Desde una cárcel en Washington DC, Jacob Chansley se disculpó por haber ingresado ilegalmente a la sede del poder legislativo.
“Siento profundamente y pido disculpas por entrar al edificio del Capitolio el 6 de enero del 2021. No debería haber estado allí. Punto. Pido perdón por haber traído miedo al corazón de otros. Estuvo mal. Punto”, dijo Chansley por medio de un comunicado que dio a conocer su abogado.
El 6 de enero, una turba de seguidores que escuchaban al presidente Donald Trump en un evento frente a la Casa Blanca marchó hacia el Capitolio e ingresó a la fuerza al recinto, un incidente que terminó con cinco muertos y decenas de arrestos.
Chansley, un autoproclamado chamán y miembro del grupo extremista Qanon, enfrenta cargos federales por su participación en el hecho. El hombre fue detenido el 9 de enero en Arizona.
“Estoy muy decepcionado con el expresidente Trump. No fue honorable. Decepcionó a muchas personas pacíficas, debo juzgarlo comparándolo con las acciones de otros. Es mi objetivo enfocarme en lo que es importante en este momento, y lo importante es pedir disculpas”, agregó Chansley.
Refugiado en su oficina del Capitolio de EEUU, Remmington Belford oía gritos y golpes, pero tuvo que encender la televisión para ver qué pasaba: una muchedumbre había irrumpido en uno de los lugares más seguros del mundo y el instigador era nada más y nada menos que el presidente, Donald Trump, quien ahora se enfrenta a un juicio político.
El detenido dijo que el tiempo que ha pasado en la cárcel le ha permitido reflexionar sobre su vida, y dijo estar comprometido a ser una persona pacífica.