Jordan Clarkson se salió desde el banquillo con su mejor anotación de la temporada con 40 puntos y lideró la octava victoria consecutiva de unos Utah Jazz que no encuentran freno alguno a su increíble campaña. Los Philadelphia 76ers tampoco fueron un problema para los pupilos de Quin Snyder, si bien es cierto que no contaron con su principal figura Joel Embiid.
Con ocho triples, su récord personal en un partido, Clarkson aupó a los Jazz hasta el 134-123 final ante los Sixers, que todavía lideran el Este a pesar de encadenar tres derrotas consecutivas. Utah tuvo que remontar 14 puntos de desventaja en el primer cuarto para ganar el decimonoveno partido en sus últimos veinte encuentros.
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La barbaridad de estos Jazz les sitúa de nuevo en el ojo avizor del resto de la NBA, que se pregunta si los de Salt Lake City podrán mantener este nivel demoledor hasta final de curso. Sin duda, a día de hoy son el mejor equipo de la liga: es al menos una cuestión estadística acompañada por las sensaciones que transmite su juego.
Donovan Mitchell, con 24 puntos y 5 asistencias, y Joe Ingles, con otros 20 y otras 5 asistencias, complementaron la exhibición de banquillo de Clarkson. El jugador de 28 años logró la mejor anotación de su carrera en un partido que acabó en el tiempo reglamentario, y se quedó a dos tantos de superar su récord absoluto de 42 (logrando en una prórroga contra Brooklyn en febrero de 2019).
Sin su principal compañero de fatigas, descartado por problemas de espalda de última hora, Ben Simmons se hizo cargo del equipo con el récord anotador de su carrera: 42 puntos, 9 rebotes y 12 asistencias desteñidas por la derrota. Su anterior mejor marca eran 36 puntos.
En el duelo de líderes de conferencia, la baja de Embiid no supuso una falta de competitividad ya que otros jugadores tomaron el relevo. Además del subidón de Simmons, Tobias Harris se fue hasta los 36 tantos para complementar al base australiano y tirar del carro.
El resto de compañeros estuvieron menos acertados, con la excepción de Dwight Howard (14) y Seth Curry (11), que al menos alcanzaron los dobles dígitos. Para Utah también destacaron Rudy Gobert (11) y Bojan Bogdanovic (11).
El encuentro estuvo dominado por los Jazz después de ponerse las pilas en el segundo cuarto, cuando dieron la vuelta al marcador tras recibir un 35-42 de inicio. Los Sixers llegaron a estar 16 abajo en el tercer cuarto, pero un arreón de Simmons y Harris en el último les situó a seis a falta de nueve minutos y luego a cuatro a falta de siete (113-109).
Royce O’Neale, autor de 11 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias, apareció entonces con dos triples consecutivos para dictar sentencia a dos minutos del final (129-118). A pesar de haber liderado 10-24 en el primer cuarto gracias a los 19 puntos de Simmons en el período, los Sixers se dieron cuenta pronto que su problema estaba en defensa.
Una vez más, el equipo rival no tuvo respuesta al sistema engranado de unos Jazz que siguen pisando fuerte sin importar quién sea el oponente que tienen enfrente. Les llega otro reto: los Clippers en el Staples Center.
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