Una familia interpuso una demanda federal contra el Departamento de Policía de Chicago alegando que a la fuerza agentes allanaron su casa durante una fiesta de cumpleaños bajo el pretexto de que buscaban a un sujeto que hacía años que no vivía en la propiedad.
Stephanie Burris dijo a nuestra cadena hermana NBC, que el pasado 10 de febrero mientras celebraba el cumpleaños de su hijo TJ de 4 años, más de una docena de agentes derribaron la puerta de su casa en el vecindario de Auburn-Gresham, apuntaron con armas a su familia y hasta destrozaron el pastel.
“Es horrible pensar de que mis hijos reciban un disparo de alguien que se supone debe protegerlos, es muy preocupante”, dijo Burris.
“¿Te imaginas a un niño de 4 o 7 años sentado y jugando con otros amiguitos y ver entrar a hombres apuntándoles con armas? No puedo imaginar eso”.
De acuerdo al abogado de la familia, Al Hofeld, la redada iba dirigida a un hombre quien presuntamente poseía la droga éxtasis pero hacía cinco años que ya no vivía allí.
“En lugar de que esta familia le cantara feliz cumpleaños a TJ, los policías de Chicago lo insultaran a él y a su familia cruelmente”, dijo Hofeld.
La demanda presentada en el tribunal federal, acusa a los oficiales de no mostrar una orden de cateo, de esposar a varios adultos frente a los niños y por saquear la casa a pesar de que nadie desobedeció las órdenes de los oficiales.
También denuncian el uso excesivo de fuerza de parte de los oficiales contra minorías en vecindarios predominantemente afroamericanos de Chicago.
El Reverendo Michael Pfleger, cuya iglesia de St. Sabina está a solo unas pocas cuadras de la casa allanada por error, dice que la policía necesita cambiar su comportamiento.
Hofeld dijo que durante la redada los oficiales no llevaban sus cámaras corporales.
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