Utah Jazz demostró que su gran racha sigue prácticamente intacta y se deshizo de unos Los Angeles Lakers absolutamente desdibujados. El triunfo, fácil y cómodo para los de Salt Lake City, se saldó con un resultado de 114 a 89 y la confirmación de los problemas en el cuadro angelino.
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Ya han pasado cinco encuentros desde que Anthony Davis cayera lesionado y parece que los de Frank Vogel no levantan cabeza. Ayer no pudieron disputarle el encuentro a los Jazz en ningún instante y volvieron a dar muestra de lagunas defensivas que sentenciaron sus opciones.
Los Jazz, subidos al cajón de líder de la competición, cuajaron un encuentro serio y demoledor, una actuación de grupo que hundió a los Lakers aún más en su crisis particular. Con más de seis jugadores por encima de los diez puntos, Utah demostró que su racha sigue viva.
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El marcador abultado hizo que nadie disputase más de treinta minutos anoche, en ninguno de los dos equipos. Esto permitió ver a algunos menos habituales y un reparto de responsabilidad en ambos lados. LeBron James lideró a los suyos pero estuvo lejos de tener un impacto real en el encuentro.
El Rey terminó con 19 tantos, 4 rebotes y otras tantas asistencias, pero se fue a casa con un demoledor diferencial de -20 en cancha. Algo parecido le sucedió a otros como Montrezl Harrell o Kyle Kuzma, absolutamente irrelevantes y superados por los Jazz.
Tampoco consiguió destacar Marc Gasol, que sumó 8 puntos, 2 rebotes y 2 pases de canasta y no logró aprovechar la oportunidad de la baja de Davis para liderar la defensa angelina.
En Utah destacó sobre todo su quinteto titular, los hombres que rompieron el encuentro en el segundo cuarto con un parcial de 39 a 24 del que los Lakers no conseguirían recuperarse jamás.
Rudy Gobert y Jordan Clarkson, ambos con 18 puntos, lideraron el ataque del equipo, mientras que Donovan Mitchell se quedó a dos asistencias de lograr un triple-doble en su actuación de anoche.
Las rotaciones de Vogel buscaron dar con la tecla que permitiría a los suyos acercarse en el marcador pero las soluciones que el entrenador presentaba se encontraban con el empuje continuo de los Jazz. Todo lo que intentaban acababa siendo inútil.
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Utah celebró la inclusión de dos de sus jugadores en el partido de las estrellas con un nuevo triunfo que les coloca 26-6 en lo más alto de la clasificación. Los Lakers, tras esta derrota, ven cómo su balance empeora hasta los 22 triunfos y 11 partidos perdidos.
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