“Ha sido un palo grande”, reconoció el Pitu Abelardo sin paños calientes tras consumarse la derrota del Alavés a manos de Osasuna, un rival directo en la lucha por la permanencia, que le deja en puestos de descenso. El traspié en casa ante el cuadro rojillo (0-1) deja a las claras que el proyecto del entrenador asturiano sigue muy verde. Abelardo aterrizó en Mendizorroza el pasado 12 de enero y solo ha sido capaz de sumar 4 puntos de 21 posibles, con un solo triunfo (ante el Valladolid), un empate (contra el Getafe) y cinco derrotas.
El exigente calendario que ha tenido que afrontar el Alavés en el último mes y medio no ha ayudado a consolidar el ideario de Abelardo en su segunda etapa en Vitoria, pues el cuadro babazorro se ha medido en este tiempo a Barcelona (5-1), Real Madrid (1-4), Sevilla (1-2) y Real Sociedad (4-0), cuatro de los cinco primeros clasificados de la competición doméstica. “Esto es muy largo, vamos a pasarlo mal, pero tengo confianza en ellos y lo celebraremos”, aseguró el pasado sábado Abelardo, confiado en remontar el vuelo en las próximas jornadas.
En busca del punto de inflexión
El próximo partido se antoja trascendental para calibrar la reacción del conjunto babazorro, que necesita con urgencia un partido que marque un punto de inflexión a favor para empezar a remontar posiciones y poner tierra de por medio con la zona de descenso.
El próximo lunes 8 de marzo el Alavés visitará al Betis de Manuel
Pellegrini en el Benito
Villamarín. El conjunto verdiblanco está en su mejor momento de la temporada, suma tres victorias consecutivas y será una buena piedra de toque para medir al Alavés, obligado sobre todo a mejorar sus prestaciones en ambas áreas, su gran talón de aquiles.
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