El gobernador de Texas, Greg Abbott, señaló que es momento de reabrir el estado al 100% y dijo que a partir del próximo miércoles 10 de marzo todos los negocios podrán volver a sus operaciones regulares y que el uso de mascarilla ya no será obligatorio.
Abbott además llamó a mantener las medidas de prevención en tanto el COVID-19 sigue persiste en el estado y dijo que ”es responsabilidad de cada residente mantenernos seguros”, destacó el mandatario estatal.
Explicó que para finales de este mes, se espera que todos los ancianos de Texas podrán podrán solicitar su vacuna y que las cifras de inmunización serían inéditas en el país. ”Porque tenemos avances médicos, se tienen vacunas y se ha logrado avanzar en el combate al COVID-19, incluso se llegó a un récord de vacunación”, indicó Abbott.
Dijo que según expertos, en los próximos meses cualquier texano que desee vacunarse, podrá hacerlo. ”Al momento 2.5 millones de texanos ya se recuperaron y tenemos en el número más bajo de hospitalizaciones y el número de casos positivos está por debajo del 10% en los últimos cuatro meses” agregó.
Abbott señaló que se sigue trabajando para combatir al COVID-19 y mantener segura a la población y añadió que “abrir el estado de Texas es necesario, se pueder tener ambas cosas y aprovechar las oportunidad que nos da este país y Texas”.
Las reacciones a la decisión del gobernador no se hicieron esperar, como la de algunos distritos escolares que dijeron que mantendrán las medidas de contención del virus hasta recabar más datos, en una postura similar a la adoptada por la cadena HEB que seguirá exigiendo el uso de cubrebocas. Kroeger, por el momento, dijo que no tomará ninguna postura y que reportará cualquier cambio a sus políticas.
Otras autoridades locales, como las de Houston, fustigaron el criterio del gobernador y rechazaron la decisión. “Es demasiado temprano”, dijo el alcalde Sylvester Turner y una respuesta similar dio la administradora ejecutiva del Condado Harris, Lina Hidalgo
El 26 de junio del 2020 el gobernador de Texas emitió una de sus órdenes ejecutivas más amplias relacionadas con el virus y con ella cerró bares y limitar la actividad de otros negocios al 50% de su capacidad. En su momento, esta decisión fue objetada por dueños de locales ante cortes del estado.
Cuando se emitió esa orden hace poco más de ocho meses, el promedio de los de casos de COVID-19 de los siete días previos era de 5.09 y el promedio de hospitalizaciones era de 5.5 en todo el estado.
El domingo pasado, el promedio de siete días del estado fue de 5.8, el más bajo desde el 20 de octubre y por debajo del máximo de 19.5 el 16 de enero. En esa fecha el promedio de hospitalizaciones se ubicó en 5.6.
La tasa de hospitalización en el Área de servicio de trauma E, que incluye la mayor parte del norte de Texas, cayó por debajo del 15% el 11 de febrero y no ha superado el número desde entonces.
El porcentaje que cayó por debajo de ese umbral durante siete días seguidos permitió que los bares reabrieran, aumentó la capacidad en algunas empresas del 50% al 75% y permitió la reanudación de las cirugías electivas.
El porcentaje de pacientes con COVID-19 con capacidad para camas se ha reducido a solo el 9%, y los pacientes con COVID-19 en la UCI son el 24% de la capacidad total de la UCI, frente al 50% de hace seis semanas.
“No queremos bajar la guardia. Debemos seguir usando máscaras, distanciamiento físico, lavarnos las manos y vacunarnos en tantos brazos como sea posible. Se acercan las vacaciones de primavera y necesitamos que todos hagan su parte para mantener la propagación del virus COVID-19 lo más baja posible”, dijo ayer el director ejecutivo del Consejo Hospitalario de Dallas-Fort Worth, Stephen Love.
La diferencia entre marzo de 2021 y junio de 2020, por supuesto, se asocia a la distribución masiva de la vacuna contra el COVID-19.
Según los datos recopilados por The New York Times de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 6.2% de los residentes de Texas habían sido completamente vacunados y el 12.2% había recibido su primera dosis.
Por otra parte, la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19 de una sola dosis comenzó a enviarse a todo el país ayer lunes.
Está bajo la supervisión y control de FEMA. Esperan vacunar a unas 21 mil personas semanalmente.
En la parte inferior puedes ver el documento completo con la orden ejecutiva emitida por Abbott.