A poco más de tres
semanas
para el gran partido sigue sin haber una decisión definitiva sobre la presencia o no de público en las gradas de La
Cartuja. Es seguro que los aficionados guipuzcoanos no podrán viajar hasta Sevilla debido al confinamiento perimetral impuesto al menos hasta después de la Semana
Santa, pero lo que no está confirmado es que la final se dispute a puerta cerrada.
Hoy, justo cuando se cumple un año del primer aplazamiento de la final, está previsto que se reúnan Real, Athletic y RFEF para crear diferentes grupos de trabajo y comenzar a trabajar en los protocolos de la final. No está previsto que se tome ninguna decisión sobre la presencia o no de aficionados.
Por el momento, la Junta
de
Andalucía mantiene un confinamiento perimetral de sus provincias por lo que, a día de hoy, sólo podrían acudir a la final ciudadanos de la provincia de Sevilla.
No obstante, el próximo jueves el ejecutivo andaluz tiene previsto reunirse para estudiar el levantamiento de esta medida que permitiría a los andaluces moverse libremente por su comunidad, abriendo de esta forma el abanico.
Por ahora, la Junta
de
Andalucía permite la presencia de un máximo de 800 aficionados en los campos, independientemente de su capacidad, aunque esa cifra puede cambiar en función de la evolución de la pandemia.
En la Real
preocupa este hecho ya que el club sólo cuenta con dos peñas oficiales en Andalucía (Peña
Nazarena y El
Sur), además de una tercera peña no oficial en Alcolea (Córdoba), mientras que el Athletic tiene una treintena de peñas que seguramente le harían estar en superioridad numérica en la grada de La Cartuja.
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