“Con Iñigo
Martínez se ha incurrido en una injusticia como hacía tiempo que yo no veía en el fútbol, dada la gravedad del hecho que él protagonizó comparado con el de muchos otros que hubo a lo largo de la competición; no solo el de esta semana (entrada de Nyom a Lodi sancionada con roja y un partido de castigo)”.
Marcelino, cuatro encuentros después de verse privado del concurso del central internacional del Athletic (ayer ya pudo contar con él), habló claro en Lezama sobre la sanción impuesta a su jugador tras su rifirrafe con Sergio
León al término del encuentro liguero fuera de casa ante el Levante. “Golpear con su mano en la cara a un adversario con uso de fuerza excesiva. El hecho ocurrió una vez finalizado el encuentro”, redactaba entonces el colegiado Díaz Mera en su acta. Increíble a tenor de las imágenes, pero cierto.
Desde el club bilbaíno, una vez realizados los consiguientes descargos y recursos, se dio por zanjado el asunto. Nadie, al menos, salió a escena para poner el grito en el cielo por este atropello. Su entrenador sí habló alto y claro una vez cumplida la sanción. Mal anda el fútbol español si la acción de Iñigo Martínez es para cuatro partidos de castigo y la de Nyom , por poner un ejemplo, para uno solo. Háganselo mirar
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