La compraventa de objetos de segunda mano coge velocidad. El mercado de lo usado se ha desprendido del papel de eterno segundón para convertirse en un actor protagonista con millones de adeptos por todo el mundo. Y creciendo. El acelerón es muy evidente en el caso de los muebles, objetos de decoración y hasta materiales de construcción reutilizados, que viven un bum desde el año pasado, coincidiendo con el inicio de la pandemia.
El mercado mundial de muebles de segunda mano alcanzó los 29.302 millones de dólares en 2017 y se espera que llegue a 47.560 millones de dólares (40.013 millones de euros) a finales de 2025, debido al deseo o necesidad de los consumidores de ahorrar dinero en todo el mundo, según la consultora Research Nester. El segmento de muebles de salón dominará el mercado, al superar los 16.500 millones de dólares en 2025, seguido de las camas. En plena expansión está también el mercado mundial de objetos de decoración de segunda mano: alcanzó los 4.923 millones de dólares en 2017 y se espera que obtenga 7.206 millones de dólares (6.062 millones de euros) a finales de 2025, sobre todo textiles, revestimientos de ventanas, lámparas y productos de cocina.
La consultora Research Nester afirma que, de media, los muebles de segunda mano “son un 50% más baratos, lo que permite a los consumidores acceder a los productos a un coste comparativamente menor”. Hay otros motivos, no menores, que están impulsando la demanda mundial de mobiliario reutilizado: el aumento del comercio digital, la cada vez mayor concienciación medioambiental y el impulso de nuevas generaciones de consumidores acostumbrados al mundo digital y al intercambio de productos.
En torno a estos objetos con pasado pivota un negocio con un futuro prometedor, en el que ya se han posicionado las principales plataformas de venta por internet de muebles de segunda mano, como Ebay, Craigslist, Etsy, Amazon y Yelp. Y cada vez son más las firmas que se abren a la venta de segunda mano. Un ejemplo es Ikea, que el pasado año inauguró una tienda de productos usados en Suecia y ha puesto en marcha un programa de recompra de muebles de su marca en varios países. Uno de ellos es España, país donde la compraventa de mobiliario y complementos usados creció un 10% en 2020, según el portal de estadísticas Statista.
En Wallapop se crearon casi 10 millones de anuncios en la categoría de hogar y jardín en 2020. Los sofás-cama, las mesas de escritorio y las mesas para el comedor fueron los muebles más comprados. “Muchos españoles, que durante la pandemia habían improvisado una oficina en su hogar, montaron sus espacios de trabajo. Las compras de escritorios, por ejemplo, crecieron un 136% en junio”, señala Edurne de Oteiza, directora de Marketing y Operaciones de Wallapop. “La popularidad de la segunda mano se debe a que permite a las personas alargar la vida de objetos plenamente funcionales que ya no usan, por los que obtienen un pequeño importe que les permite recuperar parte de su inversión inicial. Por su parte, también permite acceder a productos a precios más asequibles o ya descatalogados en el mercado de primera mano”, comenta De Oteiza. La plataforma señala que nueve de cada diez españoles han comprado o vendido productos de segunda mano en alguna ocasión, y que un 60% de las personas está dispuesta a evitar objetos nuevos en favor de reparar o comprar de segunda mano.
En Milanuncios, la búsqueda de muebles usados ha aumentado un 15,6% en febrero de 2021 comparado con el mismo mes del año anterior. Han detectado un alza del 882% en la demanda de librerías, así como de literas (262%); sofás, sillas y sillones (125%); armarios (88%); mesas (80%) y muebles de cocina (49%). También han identificado que la solicitud de electrodomésticos ha crecido un 20,3% frente a la etapa precovid y en el caso del mobiliario de jardín la subida ha sido del 9,3%. “El mercado de segunda mano actúa como un termómetro de las tendencias de consumo que se producen entre los españoles”, opinan en la plataforma.
La covid ha influido tanto a la hora de comprar como a la hora de vender. En Mersema, tienda de muebles de segunda mano en Madrid, la venta creció un 20% el pasado año. “La gente encuentra muchos artículos en muy buen estado con descuentos de más del 70%, a veces del 90%, ya que hablamos de piezas que no se hacen”, dice Fernando Nistal, director de Mersema. Y pone un ejemplo: un mueble escritorio clásico en madera de caoba, en perfecto estado, cuyo precio original ronda los 4.000 euros, se vende por 450. Nistal también da cuenta del aumento en el número de personas que están vendiendo muebles: “Desgraciadamente, ha habido muchos fallecimientos de gente mayor a causa de la covid”.
Materiales para reforma
El tirón de la segunda mano ha alcanzado a los materiales de construcción. El motivo es que el confinamiento animó a muchos propietarios a hacer obras en sus casas. De hecho, las solicitudes de reformas crecieron un 82% en 2020 en la plataforma de Habitissimo. Las solicitudes de mejora en el hogar han continuado al alza este año y subieron un 7% en febrero.
Desobras es la primera plataforma colaborativa de España especializada en compraventa de sobrantes de obra, materiales de derribo y stocks de materiales de construcción en almacenes y fábricas, que nace por el aumento de la demanda de productos reutilizados. La mayor parte de estos materiales en venta son de empresas, pero algunos pertenecen a particulares que han hecho obras en su vivienda. “Desde marzo de 2020 han aumentado las visitas a nuestra página un 205% con respecto al año anterior”, dice Sabela Asorey, cofundadora de la plataforma. El precio de los materiales es como mínimo un 30% más bajo que el de los nuevos, aunque puede llegar al 80%. “Incluso en ocasiones hay productos que se entregan de forma totalmente gratuita, solo se pide al cliente la retirada en obra del material o el pago de los gastos de envío”, apunta Asorey.
Lo que también crece es la compra de materiales de obra —en este caso nuevos—, pero directamente al fabricante para ahorrar costes, sin intermediarios. En la tienda de internet Materialesdefábrica “las ventas directamente a particulares que gestionan de forma propia la reforma de su vivienda aumentaron un 50% el pasado año”, dice Miquel Joan Vidal, director de Marketing. Hace ocho años los particulares suponían el 40% de sus clientes, ahora son el 65%. “Actualmente, comparar precios entre lo que te ofrece un profesional, una tienda de barrio, una gran superficie o una tienda online es mucho más sencillo y rápido”, señala Vidal.
El ahorro medio por comprar de forma directa ronda el 25%. “Tenemos clientes que han ahorrado más de mil euros en la reforma del baño respecto al presupuesto que les habían facilitado”. El pasado año fueron top de ventas los elementos relacionados con jardines, terrazas y piscinas, que se agotaron en casi todos los almacenes de España.
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