Jokin Aperribay (Deba, 1966) afronta los días previos a poder convertirse en el tercer presidente en la historia de la Real en ganar un título con la tranquilidad que le da saber que el trabajo previo está bien hecho. De lograrlo sería el primero en conquistar este trofeo tanto en categoría masculina como en la femenina. Convicción no le falta.
¿Cómo está de ánimo?
Tranquilo y con optimismo. Tengo la suerte de convivir con los jugadores y el entrenador y transmiten confianza.
¿Qué sensaciones tiene ante la posibilidad de conseguir un título?
Es la final más larga de la historia pero ya ha llegado. Quiero disfrutar del día y dar un alegrón a la afición. Es una pena tremenda que la afición no pueda estar, máxime en nuestro caso que llevamos tantos años sin jugar una final. La gente menor de 40 años ha vivido el subcampeonato o el ascenso, pero no se acuerda de ver ganar a la Real un título. Una final es una final.
¿Le va a quitar trascendencia a un hipotético título jugar sin público?
Creo que no. Va a quitar esa experiencia vital que supone recordar con quién o dónde estabas cuando la Real ganó la Copa, pero será de otra forma.
¿La final de Copa le ha variado la agenda personal?
Un poco sí, aunque hasta ahora he podido trabajar normal. La semana que viene tengo, sobre todo, muchas entrevistas internacionales, incluso con América o Asia.
¿Se le ha hecho larga la espera por el baile de fechas?
No, porque cuando se fijó el inicio de Liga sólo había dos fechas posibles, teniendo en cuenta las semanas ocupadas por competición europea o por la Copa de este año: la del 30 de diciembre o el 3 de abril.
Eso está bien explicarlo ya que ha habido polémica por poner la final en esta fecha en la que los jugadores llegarán tras el parón de selecciones…
Sólo había estas dos fechas y nosotros a la de diciembre llegábamos con seis partidos más que el Athletic. No nos convencía mucho porque noviembre y diciembre para nosotros eran meses de mucha carga. Y tampoco queríamos jugar un sábado después de jugar un jueves en Europa League. El mal menor era jugar la final después de un parón de Liga.
¿No se podía haber ocupado otra jornada de Liga a raíz de la eliminación europea de la Real?
Era tarde para organizarlo, sobre todo si queríamos que hubiera público, a lo que todos hemos aspirado.
¿Se ha arrepentido de aplazar la final y de no haberla jugado cuando tocaba, sin público?
No. Primero porque había que intentar jugar con afición. Segundo, porque tenemos un año más de experiencia. Tercero, porque nos coge en un momento de tranquilidad, en el que podemos valorar la importancia de la final, no en una vorágine de jugar miércoles-domingo.
El año pasado, después de la pandemia no fue nuestro mejor momento. Es muy difícil saber qué hubiera ocurrido si no llega a pararse por la pandemia, si hubiésemos tenido lesiones porque llevábamos un ritmo alto con jugadores importantes
¿Pero no está de acuerdo en que hace un año la Real era mucho más favorita y que el Athletic ha mejorado?
Para mí, no. El año pasado, después de la pandemia no fue nuestro mejor momento. Es muy difícil saber qué hubiera ocurrido si no llega a pararse por la pandemia, si hubiésemos tenido lesiones porque llevábamos un ritmo alto con jugadores importantes.
¿Se ha ocultado mucha información en este proceso?
No. Quizás estuvo el desconocimiento de cuánto iba a durar la pandemia cuando se eligió intentar jugar con público, pero la otra opción, la de que fuera el primer partido tras el parón, no sé si hubiera sido la mejor para nosotros.
Lleva 13 años de presidente. ¿De quién se acuerda en estos momentos?
Para la final, de la afición. Después hay veces que me gusta pensar en los gestores de anteriores décadas, los 60, los 70, los 80… He pensado en toda esa gente que ha estado antes que yo en el club.
Estoy convencido de que va a ser en esta final pero mi deseo es entrar en un proceso en el que no pase tanto tiempo para estar en otra final, en Copa o en una competición europea
En 2019 ganaron la Copa femenina y ahora pueden ganar la masculina. ¿Qué se siente al ser campeón?
Tuvimos esa experiencia, que fue maravillosa, pero a mí me gustaría que la Real entrara en un proceso en el que merezca ganar. Estoy convencido de que va a ser en esta final pero mi deseo es entrar en un proceso en el que no pase tanto tiempo para estar en otra final, en Copa o en una competición europea.
¿Por qué han pasado 33 años sin estar en una final?
A veces hay que tener suerte con el sorteo. En 2014, con Jagoba, estuvimos cerca y no tuvimos suerte con el penalti no pitado a Vela en Barcelona, la roja a Iñigo, un gol legal anulado a Seferovic en la vuelta… Algo hemos hecho mal para no estar en 33 años en una final. Estoy convencido de que, con este grupo joven de jugadores, ésta no es una final donde termina nada, sino que es una final donde empieza algo. La Real campeona tuvo que ser subcampeona antes, fue un proceso de una década en la que se ganaron dos Ligas, una Copa y la Supercopa pero en la que también hubo subcampeonatos tan importantes como los títulos.
¿Cómo recuerda la final de Zaragoza de 1987?
Con mucha intensidad, tenía 21 años. Pero recuerdo con la misma intensidad la de 1988 en Madrid o cuando perdimos la Liga en Sevilla en 1980. En Zaragoza estuve en el campo, con mi hermano y la que es mi mujer. Una gran noche de verano en la que hacía un calor enorme y en la que la noche se nos hizo no sé si larga o corta.
¿Cómo recuerda la tanda penaltis? ¿Fue de los que no miró?
No. Yo fui portero y si el portero no mira los penaltis… Recuerdo el famoso ‘¡No pasa nada, tenemos a Arconada!’ Estaba convencido de que Luis nos iba a hacer campeones.
¿Qué daría por ser campeón en Sevilla?
No lo he pensado. Tengo mucha ilusión y confianza en ser campeón y en que va a ser el comienzo de algo.
La final no se va a ganar por un discurso mío porque si no me preparaba el mejor del mundo. No soy importante en esta final
¿Firma ganar en los penaltis?
Firmo ganar. No creo en la mala estadística de la Real en los penaltis. Sí creo que hay porteros que pueden parar más penaltis que otros. Firmo ganar, aunque sea en el penalti número 15.
¿Qué hará al día siguiente si ganan?
No lo sé. Lo que sí sé es que el sábado para cenar quiero la Copa, queso y vino.
¿Vería el título como una guinda a su mandato que acaba en 2022?
No. Yo no me voy a considerar más campeón porque sea presidente. Este club ya es campeón. No voy a vivirlo con más emoción por ser presidente que lo que viví en Gijón, en Zaragoza o cuando ganamos la Supercopa porque no se puede vivir con más emoción de lo que yo viví aquello. Me haría mucha ilusión por un montón de personas porque el título es de los jugadores y de la afición. Y no lo digo con la boca pequeña. Lo digo porque me considero parte del equipo y parte de la afición.
¿Ganar la Copa no le acerca a pensar que tras el ascenso, la Champions y el estadio su obra ya está completa?
No uno el título a nada individual.
¿Qué les ha dicho a los jugadores?
No tengo previsto hablar con ellos en el vestuario, quizás a título individual en Zubieta o en Sevilla.
¿Qué les diría?
Que transmiten mucha confianza. Que llevan desde agosto de 2019 en puestos europeos. La final no se va a ganar por un discurso mío porque si no me preparaba el mejor del mundo. No soy importante en esta final.
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