Puede resultar sorprendente afirmar que un jugador con el bagaje de Saúl Ñíguez esté ante unos exámenes finales que evaluarán su capacidad. 26 años, 327 partidos con el Atlético de Madrid, en los que ha sumado 43 goles, cinco títulos como rojiblanco, internacional absoluto, Bota de Oro y en el once ideal del Europeo Sub-21 de 2017, uno de los capitanes de la plantilla colchonera… Datos que ponen de manifiesto la relevancia del canterano rojiblanco. Pero el fútbol es presente. Te juzgan por lo que haces, no por lo que has hecho.
Y en esas está Saúl, que afronta, como el Atlético, diez finales en las que espera volver a ofrecer su mejor nivel. Primero por el equipo, que se juega LaLiga. Y segundo por él, que también se juega mucho. Porque el rendimiento del centrocampista no ha sido el mejor en la presente temporada. Tampoco en tramos de la pasada. Algo que el propio futbolista asume y ante lo que quiere rebelarse.
Lo está intentando, trabajando diariamente todos los aspectos. Pero las cosas no acaban de salirle. Sigue contando con la confianza de Simeone, que se lo muestra dándole minutos y también cada vez que le preguntan por el ilicitano. “Es un jugador muy importante para nosotros”, repite una y otra vez el argentino.
Y ha llegado el momento de que Saúl dé un paso adelante. Ya no es titular indiscutible en el Atlético de Madrid, algo impensable hace sólo unos meses. Pero la realidad manda. Ha disputado 31 encuentros este curso, sólo 22 de ellos en el once. Ha anotado dos goles y no ha dado ninguna asistencia.
El futbolista, que recientemente ha sido padre por primera vez (su niña África ya es socia del Atlético) necesita volver por sus fueros en este final de temporada. No está cómodo a nivel deportivo, claro está, hasta el punto de que reconsidera su futuro pese a tener contrato hasta 2026 y una cláusula de rescisión de 150 millones de euros. Su no convocatoria con la selección española (algo que ha dejado de ser noticia) le ha permitido entrenar en Majadahonda y preparar a conciencia las próximas citas.
Pero eso es futuro. Y ahora Saúl debe centrarse en el presente, y en aprobar estos exámenes finales, por lo que pueda pasar a nivel personal, y sobre todo, para poner su granito de arena para que el Atlético de Madrid pueda ser campeón de Liga.
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