Un año sin Radomir Antic

Hace un año que el mundo del fútbol perdió al serbio Radomir Antic, fallecido el 6 de abril de 2020 a los 71 años y único entrenador en la historia que dirigió al Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid, amén de conquistar a todo el fútbol español con sus exquisitas maneras y buen humor.

Poseedor del honor de haber sido el único técnico que pasó por los tres equipos con más títulos ligueros del fútbol español, Antic se convirtió durante varias décadas en una referencia del deporte español, no solo por su paso en los banquillos -además de Real, Atlético y Barça dirigió al Zaragoza, el Oviedo y el Celta de Vigo– sino también por su actividad como comentarista deportivo.

Antic fue uno de los técnicos más importantes de la historia del Atlético
de
Madrid, al que transformó de unos años mediocres a lograr en la temporada 1995-96 uno de los hitos de la entidad, el ‘Doblete’ de Liga y Copa del Rey de ese año.

“Cuando llegué había una desilusión enorme y la primera pregunta que me hice fue: ¿qué representa el Atlético de Madrid?. La respuesta fue que el aficionado era gente de clase media, que muchas veces tiene problemas para llegar a fin de mes, pero que nunca en su vida va a reconocer que es inferior a nadie. Quería crear un equipo que fuese campeón”, explicó Antic a EFE en 2012, al recordar su etapa y sus éxitos en el equipo colchonero.

En un equipo que la temporada anterior había acabado en una decepcionante decimocuarta posición, Antic construyó un bloque compacto, distinguido por su presión adelantada, las transiciones veloces y el peligro en las acciones a balón parado.

Lo hizo con fichajes poco conocidos de gran rendimiento, como el centrocampista serbio Milinko Pantic o el portero José Francisco Molina, y con un estilo coral. Varios jugadores marcaron más de 10 goles entre todas las competiciones: el búlgaro Lubo Penev (22), Pantic (17), Kiko Narváez (13) y el argentino Diego Simeone (12).

Radomir, te quiero”, fue uno de los cánticos preferidos de la grada del extinto Vicente Calderón, para honrara a un técnico que dirigió al equipo hasta 1998, regresó en febrero de 1999 para acabar la temporada tras la fallida etapa del italiano Arrigo
Sacchi y volvió a regresar en marzo del 2000, por el italiano Claudio
Ranieri, para intentar salvarlo de un descenso que no logró evitar.

No solo en la orilla del Manzanares paseó su buen talante y sabiduría futbolística este balcánico afable, que antes había entrenado al eterno rival capitalino, un Real Madrid al que llegó en marzo de 1991 para sustituir a Alfredo Di Stéfano y del que se marchó destituido en enero de 1992, cuando el Real Madrid era líder, pero según su presidente de entonces, Ramón Mendoza, no divertía.

Completó su particular trilogía de los banquillos en los tres grandes españoles en 2003, cuando Joan
Gaspart lo fichó para reemplazar al neerlandés Louis Van Gaal en el Barcelona, haciendo remontar a un equipo que estaba a tres puntos del descenso cuando llegó.

Fichado en plena época electoral azulgrana, el siguiente presidente, Joan Laporta, no contó con él, pero se le reconoce un papel importante en el crecimiento de futuras estrellas azulgranas y de la selección española como Xavi Hernández, al que adelantó su posición para promover sus cualidades como pasador, o Carles Puyol, al que dio la confianza para ser titular en el once barcelonista.

BUENAS SENSACIONES

En los tres grandes dejó buenas sensaciones. Buena prueba fueron los obituarios que le dedicaron hace un año: el Atlético lo definió como “uno de los entrenadores legendarios” de la entidad, el Real Madrid expresó su “gran consternación” por la noticia y el Barcelona lo identificó como “un hombre muy querido en el mundo del fútbol”.

No fueron sus únicos destinos, porque también dirigió al Zaragoza, su primera experiencia en España entre 1988 y 1990. Posteriormente dirigió al Oviedo (en dos etapas, 1993-95 y 2000-01) y al Celta de Vigo (dos meses en 2004). Su carrera como técnico incluyó un paso por la selección serbia, a la que dirigió en el Mundial de Sudáfrica 2010 y dos experiencias en los equipos chinos del S
handong Luneng y el Hebei Zhongji.

La trayectoria futbolística de Antic tuvo su génesis como jugador, formado como extremo y centrocampista en el Sloboda, pero consolidado como defensor en el Partizán de Belgrado. Desde ahí dio el salto internacional al Fenerbahce turco con el que ganó una Liga, el Zaragoza -con el que firmó en una servilleta, según relató él mismo a ‘Jot Down’- y el Luton Town inglés.

Protagonista de una época del fútbol español, especialmente en clave rojiblanca, también se encargó de ponerle voz como comentarista desde varios medios, especialmente radiofónicos, acuñando frases entrañables por su español a veces incompleto pero siempre comprensible. En un fútbol extraño por la pandemia que provoca que los estadios estén vacíos, hace un año que perdió una de sus voces más características, la de ‘Rado’ Antic.


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