Ser piloto de Ferrari en la Fórmula 1 es algo único, pero tener un de F1 de la firma de Maranello en tu casa, todavía lo es más. Y si se trata del monoplaza del año de debut en la casa italiana, en el que además conseguiste tus primeras victorias y podios en el ‘Gran Circo’, ya es rizar el rizo. Es el caso de Charles Leclerc, que este viernes sorprendió desvelando el regalo que le llegó a su casa de Mónaco procedente de la fábrica de Maranello, nada más y nada menos que el Ferrari SF90H de 2019 con el que el monegasco debutó con Ferrari, un coche mágico para él, puesto que supuso su gran explosión en la F1 al lado de un Vettel al que le acabaría comiendo la moral con sus grandes resultados. Entre ellos, hay que destacar sus triunfos en Bélgica y, el más especial, el de Monza ante los ‘tifosi’.
Además, Charles, con el SF90H conquistó 8 podios más, terminando en la cuarta posición del Mundial de 2019. Todo ello, antes de que en 2020 se encontrara con un coche muy poco competitivo. “Tengo ganas de volver a ganar”, decía recientemente. Por ahora, deberá conformarse con soñar con ello mientras mira esta joya roja que ya está guardada bajo llave, como un tesoro, en su casa.
En pista le toca ahora apretar los dientes junto a Carlos Sainz con un Ferrari mejor que el del pasado curso pero que todavía está lejos de los triunfos, aunque puede estar cerca de los podios. Pero sobre todo, Charles y Carlos deben trabajar juntos para ayudar al equipo en la creación del coche de 2022, un bólido con el que ambos anhelan poder luchar por todo.
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