Tras quedarse a las puertas del éxito en la cita inaugural del Mundial de Fórmula Uno, hace tres semanas en Baréin, el neerlandés Max Verstappen vuelve a postularse como el gran rival del británico Lewis Hamilton para el Gran Premio de Emilia Romagna que se disputa en el circuito de Imola (Italia).
Los pilotos de Red Bull y Mercedes protagonizaron una reñida lucha en la primera prueba del calendario de 2021. Expresaron sobre el asfalto su candidatura al título, en una temporada que podría ganar en competitividad, pujanza y atractivo si la escudería de la bebida energética confirma las buenas hechuras de su monoplaza. El pilotaje de Verstappen es su principal argumento para tratar de poner fin a la dinastía de Lewis Hamilton.
En Baréin, el inglés supo de las intenciones de su rival. Max Verstappen logró la ‘pole’ y una ventaja de 0.388 segundos sobre el siete veces campeón del mundo de Fórmula Uno. En Mercedes hicieron cuentas y dedujeron, en palabras del ingeniero Andrew Shovlin, que su coche “no tiene realmente ninguna ventaja” sobre el RB16B de Red Bull. Si Hamilton triunfó fue porque el neerlandés le debió ceder la posición tras haberle adelantado rebasando los límites del trazado.
Ocurre que el mítico circuito de Imola es un escenario que apenas tiene que ver con el de Sakhir. La carrera, además, se dará bajo temperaturas más agradables. “Vamos a ver si la lucha está relacionada con el circuito. Será interesante ver cómo estamos en una pista muy diferente a la de Baréin y cómo nos comparamos con ellos”, expuso el mexicano Sergio Pérez, el nuevo compañero de Max Verstappen en Red Bull.
El ‘Checo’, quinto en el Gran Premio que abrió el curso, y el finlandés Valtteri Bottas, tercero, serán las alternativas de las dos escuderías punteras del campeonato en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari.
De ahí guarda un mejor recuerdo Lewis Hamilton que Max Verstappen. El defensor del título ganó en Imola en 2020. Bottas redondeó el doblete de Mercedes. El neerlandés pinchó, se fue a la grava y se quedó fuera de carrera.
El australiano Daniel Ricciardo, ahora en McLaren, fue quien pisó el tercer peldaño del podio. Tanto él como el británico Lando Norris podrían tener opciones este fin de semana en Italia ante cualquier posible concesión de los favoritos.
Los ojos estarán puestos también en el monegasco Charles Leclerc y el español Carlos Sainz, los pilotos titulares de Ferrari. Y es que el circuito de Imola lleva el nombre del fundador del equipo y su hijo. Ambos quieren plasmar la evidente mejora que experimentó su monoplaza con respecto al SF1000 del año pasado.
A diferencia de 2020, los equipos tendrán tres días de actividad en pista. El viernes están programadas dos sesiones de entrenamientos libres, de 11.00 a 12.00 y de 14.30 a 15.30 CET. El sábado volverán a pisar el asfalto para los Libres 3 (11.00 a 12.00) y la sesión de calificación (14.00 a 15.00), previa a la carrera del domingo (15.00 a 17.00).
Este tiempo de rodaje será especialmente valioso para el equipo Alpine, que trae para este Gran Premio de la Emilia Romaña una nueva actualización.
Será difícil que eso le permita al español Fernando Alonso pugnar por repetir la victoria que logró en 2005 en Imola ante el alemán Michael Schumacher, pero sí podría ayudarle a sumar sus primeros puntos en su temporada de regreso a la Fórmula Uno.
El asturiano, dos veces campeón del mundo con Renault, no finalizó el primer Gran Premio de la temporada. Su compañero de equipo, el francés Esteban Ocon, tampoco puntuó.
La lluvia emerge, además, como una clara posibilidad de alterar los pronósticos. Las cartas serán muchas y variadas. Y ya están sobre la mesa.
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