Enfocar en una sola dirección para encontrar la principal fortaleza del Sevilla es en vano. Un equipo que a ocho partidos para el final está a seis puntos del líder y que ha ganado 17 de sus últimos 24 partidos tiene un potencial que va más allá de una línea concreta o de una individualidad por encima del resto. No es exagerado afirmar, en cualquier caso, que las diferentes tonalidades que conforman el centro del campo del Sevilla convierten al corazón del equipo de Lopetegui en una poderosa sala de máquinas que la Real tendrá que contrarrestar si quiere salir victoriosa.
Si, como apuntan los pronósticos, Fernando, Rakitic, Jordán, Suso y Ocampos se alinean en el ‘once’, el Sevilla dispondrá de cinco futbolistas muy versátiles sobre el césped. Un repóquer que le permite juntar mucha gente por dentro y ejercer una clara superioridad en el centro del campo si Imanol no encuentra una fórmula apta para desactivarla. Porque si bien Ocampos o Suso, o incluso Papu
Gómez, tienen un claro perfil ofensivo, no renuncian a jugar cerca de los Jordán o Rakitic, dejando a En-Nesyri como referencia atacante específica.
Sin Merino ni Silva, la Real ha jugado los últimos partidos con un
4-4-2 que hoy parece una apuesta algo arriesgada, ante el músculo y la ocupación del espacio en el centro del campo que puede plantear el Sevilla. Jugar con Guevara y Zubimendi como únicos centrocampistas específicos, con la colaboración de Portu, Oyarzabal y Carlos
Fernández, puede exponer en exceso a la Real. Y quizás en ese escenario puede tener cabida el regreso de Guridi al ‘once’ para dotar al equipo de un mayor hormigón en la medular que puede plantar cara al indudable poder sevillista. Imanol, en cualquier caso, no da pistas y dará mañana mismo la convocatoria.
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