Una agente de policía ha fallecido este viernes tras ser acuchillada en el cuello por un hombre en una comisaría de Rambouillet, al suroeste de París. Después de resultar herido durante la detención, el presunto agresor también ha fallecido, según la prensa francesa. Por el momento se desconocen los motivos del ataque, aunque la Fiscalía antiterrorista ha asumido el caso, lo que indica que cuanto menos hay suficientes indicios como para sospechar de un ataque terrorista.
Según han confirmado fuentes de la Fiscalía antiterrorista a este periódico, se ha abierto este mismo viernes una investigación “por asesinato de persona depositaria de autoridad pública en relación con una acción terrorista” y por “asociación terrorista” que ha sido confiada de manera conjunta a la Dirección Central de la Policía Judicial y a la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), el servicio de inteligencia interior. “La pista terrorista está siendo seriamente considerada”, ha dicho también la presidenta de la región parisina de Île-de-France, Valérie Pécresse, que se ha desplazado de inmediato hasta Rambouillet. Ahí se encuentran también ya el ministro del Interior, Gérald Darmanin, y el primer ministro, Jean Castex, que previamente había condenado en Twitter un “gesto bárbaro de una cobardía infinita”.
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De acuerdo con las primeras informaciones, los hechos se han producido alrededor de las 14.20 en la comisaría de Rambouillet, a unos 60 kilómetros de París. La fallecida es una funcionaria de policía de 48 años que por motivos desconocidos recibió al menos una cuchillada mortal en el cuello cuando entraba en la comisaría tras su pausa para comer. A pesar de la intervención de los bomberos, la mujer falleció en el mismo lugar del ataque. El agresor, que según la Agencia France Presse es de origen tunecino, resultó herido grave de bala durante su detención y ha fallecido posteriormente.
Según la cadena BFMTV, los documentos que han sido hallados entre las pertenencias del agresor indican —siempre que se trate de papeles auténticos— que nació en 1984 y llegó a Francia en 2009. El atacante no figuraba en ninguno de los ficheros de radicalización de las fuerzas del orden, de acuerdo con las fuentes consultadas por la emisora.
Por el momento, la investigación está en manos de la Policía Judicial de Versalles, mientras la Fiscalía antiterrorista analiza si hay elementos suficientes como para asumir el caso.
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