El día que el ascensor ascendió a los cielos

Se cumplen hoy, 26 de abril, 40 años de la primera Liga de la Real. Cuatro décadas del archirecordado gol de Zamora que, como escribió el añorado Gorka Reizabal para la serie documental de cuatro capitulos que Televisión Española emitió en 1990, permitió al ascensor ascender a los cielos.

De lo que sucedió en el césped de El Molinón durante los 90 minutos se ha escrito todo. Sus protagonistas no han parado de recordarlo en cada aniversario. Se ha hablado menos de todo lo que rodeó aquel histórico encuentro.

Javier Díez Serrat, enviado especial de MD a Gijón, comenzaba su previa del partido escribiendo lo siguiente: “Dos cosas no se pueden pedir hoy en Gijón: una habitación y una entrada para el partido Sporting-Real Sociedad, decisivo para el título”.

Y es que Gijón vivió el desembarco de miles de guipuzcoanos. Se calcula que unos 15.000 lograron una de las cotizadísimas entradas -hubo cuatro detenidos por la reventa, dos de ellos guipuzcoanos-. El resto se tuvo que conformar con seguir el partido en la pantalla gigante instalada en la Feria de Muestras, donde se produciría más de un alboroto por la pérdida de la señal de televisión en varios momentos del partido.

Prima de 300.000 pesetas

Vega Arango, presidente del Sporting, lamentó que la ampliación del estadio prevista para el Mundial 82 no se hubiera llevado a cabo. Aún así, el Sporting recaudó 11.766.400 pesetas (unos 70.700 euros) sólo por venta de entradas. También amenazó con denunciar a quien escribiese sobre una posible prima a sus jugadores.

Hablando de dinero, se dice que cada jugador de la Real tenía aseguradas 200.000 pesetas (1.200 euros) por tener entre 9 y 12 positivos en la clasificación e iba a cobrar una prima de unas 300.000 pesetas más (1.800 euros) por ganar la Liga.

Todos sabemos ya lo que sucedió durante el partido y todos hemos escuchado la narración de Joxean Alkorta, la voz de la Real, de aquel gol: “Hay un pase de Olaizola sobre Alonso, centro de Alonso, va a saltar Castro, toca de puños, llega el balón sobre Górriz, ¡disparo de Górriz!, atención, Zamora tiene la pelota, tira y…. ¡goooooool, goooooool, gol de la Real, gol, gooool, gol de la Real, goooooooool! ¡Increíble señores!”.

Díez Serrat, en su crónica para MD aquel 26 de abril, escribió lo siguiente tras la consecución del título: “Uno cree que el éxito donostiarra, más allá de Zamora, más allá de unos jugadores, más allá de un club, es el de una forma de entender el fútbol, de trabajar desde la base y de acuerdo a las propias posibilidades, que merece el aplauso general y que debería hacer meditar a muchos”.