El fútbol profesional no entiende de hermandades ni sentimentalismos. Como ha quedado patente en las últimas fechas, cada club persigue sus intereses sin reparar en los de los demás y mucho más cuando hay jugosas recompensas en juego. La Real Sociedad afianzará su quinta plaza y casi se asegurará obtener una plaza europea si gana esta noche (21 horas) en Ipurua a un Eibar, que, de perder, prácticamente habrá sellado su sentencia de muerte. Lleva meses con el mono naranja de condenado a la pena capital, pero los resultados de esta jornada, que han salido a pedir de boca para los txuri urdin, han sido terribles para el colista, que está a siete puntos de la salvación con 18 por disputarse. Nada será definitivo hoy, pero sí muy decisivo.
Los realistas quieren honrar a los héroes de los ochenta con su segundo triunfo consecutivo. No hay mejor manera de celebrar el 40º cumpleaños del primer título de Liga que ganando y distanciando al séptimo a cuatro puntos y al octavo, a 11. El Eibar siempre fue un rival bien armado y competitivo, aunque en esta ocasión los 27 puntos que distancian a los contendientes retratan el abismo de potencial y calidad que existe entre las dos plantillas. No obstante, los de Imanol no lo pudieron reflejar en el duelo de la primera vuelta en Anoeta, saldado con un triste empate a uno y mucha paridad en el juego y los méritos.
Imanol respiró ayer aliviado al comprobar que podía incluir en su convocatoria a Zubeldia y Le Normand, que salieron tocados del partido del jueves, y a Zaldua y Merquelanz, ausentes durante las últimas semanas por problemas musculares. Todos fuerzan para llegar y ninguno lo hace en plenitud. Las servidumbres de una campaña intensa en carga física y emociones. El técnico realista tratará de trazar otro épico ejercicio de resistencia y fútbol con ocho bajas; Aritz y Carlos
Fernández por sanción más Silva, Merino, Illarra, Aihen, Moyá y Sangalli por lesión.
Duda en la medular
Así las cosas, la duda estriba sobre todo en saber cómo compondrá su medular sin sus cracks más rutilantes. Guevara y Zubimendi parecen seguros y faltaría un tercer integrante. No se les puede descartar a Guridi o Roberto
López, aunque quizá el entrenador retrase y centre a Oyarzabal para colocar a Barrenetxea pegado a la línea de cal, con Portu e Isak con el puñal entre los dientes a toda velocidad. La Real sólo ganó al Eibar en Ipurua el año pasado, sin público en las gradas.
El cuadro armero llega con el depósito de fútbol y de moral casi vacío tras 15 jornadas sin ganar, que le han hecho desangrarse. Acumula cuatro derrotas en las últimas cuatro jornadas, en las que ha encajado 12 goles. Mendilibar tiene dos resortes a los que agarrarse: el hilo de vida que le queda, el que le dan las matemáticas, y el disponer de todos sus efectivos, salvo Bigas. Entre ellos está un gran Bryan
Gil, sensación de la campaña pese a todo. Hizo auténticas brujerías en Anoeta.
Es un lunes de recuerdo y nostalgia en Gipuzkoa. La noche puede ser de ilusión…o tragedia.
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