Luka Doncic sigue ganando enteros para su redención, actuaciones que le permitan excusar su flojo inicio de temporada. Anoche logró un triple-doble estratosférico que ayudó a que Dallas Mavericks ganase por la mínima a Washington Wizards, por 124 a 125.
El esloveno sumó 31 puntos, a los que añadió 12 rebotes y 20 asistencias en una noche mágica. Doncic no escatimó esfuerzos y disputó casi 40 minutos en los que su equipo fue siempre mejor con él en cancha.
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Su última asistencia, la número 20, llegó en los instantes finales cuando encontró a Finney-Smith solo en la esquina y éste anotó el triple ganador para que los Mavs se llevasen el triunfo de anoche.
Enfrente tuvo a unos Wizards muy inspirados. Russell Westbrook pareció el de antaño, yéndose hasta los 42 tantos, 10 rebotes y 9 asistencias, a las puertas de otro triple-doble. El base de Washington ejerció de líder total y estuvo imparable.
Una suerte parecida corrió Bradley Beal, que se mantiene como líder anotador de la NBA tras sumar anoche 29 puntos. El escolta de los Wizards adoptó un segundo plano tras Russ pero también estuvo fuerte buscando el triunfo.
La victoria de Dallas adquiere mayor valor teniendo en cuenta que los Mavericks jugaban sin Kristaps Porzingis. Carlisle tuvo que rotar, dando más minutos a jugadores como Cauley-Stein y Melli desde el banquillo, pero la apuesta dio sus frutos.
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Un tercer cuarto excelente de los Wizards parecía cerrar el encuentro y es que los capitalinos, con un parcial de 32-19, se ponían por delante sin intención de mirar atrás. Sin embargo, Dallas no bajó los brazos y fue remontando poco a poco hasta el final.
El último cuarto de los Mavericks fue un despliegue físico de los de Carlisle, sin intención de rendirse en ningún momento y con el objetivo de la victoria entre ceja y ceja. La última jugada, con el triple de Finney-Smith, fue la guinda sobre un pastel muy bien montado.
El triunfo permite a los Mavericks igualar el récord de Los Angeles Lakers y por tanto, de momento, superar a los angelinos en la clasificación de la Conferencia Oeste. Washington, en cambio, deberá seguir peleando para entrar en el play-in.
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