Nacho
Monreal levantó el brazo, convencido de que Rafa
Mir estaba incurriendo en el fuera de juego posicional en el lanzamiento de Sandro. Vio en directo un movimiento que atentaba contra el reglamento. Otro de los veteranos de la plantilla, David
Silva, se quedó intercambiando pareceres con Mateu
Lahoz nada más finalizar el partido, a vueltas con el gol del Huesca a cuatro minutos para que se cumpliera el tiempo. Escoció el modo en que la Real perdió el punto que agarraba en El Alcoraz. La expedición retornó dolida de Aragón.
El árbitro de la contienda, Mateu
Lahoz, necesitó la confirmación del VAR para dar validez al gol que hundió a la Real. Fue una consulta realizada mediante el pinganillo; el colegiado no acudió al monitor de la banda para ver el chut de Sandro que Aritz
Elustondo peinó a su portería. Rafa
Mir partió de una posición adelantada en el momento que Sandro golpeó el esférico. El delantero centro del Huesca saltó con toda su alma, junto a Aritz y Bautista, a por el balón qué terminó engullendo el acto reflejo estéril de Remiro. Mir entró en juego. Para el juez de línea, no; según el VAR, tampoco.
Se trata del tercer punto que a la Real se le escurre con la polémica de por medio en las últimas cuatro jornadas. Hace tres semanas, los pupilos de Imanol cantaban victoria en Mestalla porque ganaban 0-2 al Valencia. Pizarro
Gómez protagonizó un arbitraje pésimo. Y perjudicial para una Real que a hechos consumados protestó. Se inventó un penalti de Carlos
Fernández a Paulista, el autor del 2-2 después de no ser expulsado por una entrada al pecho del andaluz de la Real teniendo una amarilla.
Todas las decisiones de Pizarro
Gómez fueron en contra y la Real perdió dos puntos. El sábado se dejó en el camino a Europa otro, que parecía estar a buen recaudo en El Alcoraz, con el empate a cero que campeaba en el marcador. Aritz Elustondo, el jugador que terminó como capitán en Huesca, prefirió referirse a la derrota en términos de autocrítica. “He sido yo el que se ha metido el gol y el palo es muy duro”. Monreal y Silva, dos curtidos, dos líderes del vestuario, protestaron el fuera de juego posicional de Mir, puntilla en El Alcoraz a una Real que ha perdido tres puntos -dos en Valencia y uno en Huesca- que pudieran resultar determinantes en pleno sprint final por conquistar una plaza europea.
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