El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se muestra cauto con la opción de imponer sanciones a los clubes que han apoyado el proyecto de la Superliga Europea porque hay que “pensar en las posibles consecuencias”, y aunque rechazó de nuevo esta idea “’separatista’”, deja “abierta” la puerta de su organismo para tratar nuevos proyectos “con respeto a las instituciones” y teniendo en cuenta “los valores” que hacen del fútbol el deporte con más seguidores del mundo.
“Algunas acciones deben tener consecuencias y todos deben asumir sus responsabilidades, pero siempre hay que tener cuidado al hablar de sanciones. ¿De qué sanciones estamos hablando? Rápidamente se dice que es necesario castigar, incluso es popular o populista, pero también hay que pensar en las consecuencias de posibles sanciones porque al castigar a un club también se hace a jugadores, entrenadores, aficionados, que no tienen nada que ver con eso”, señaló Infantino en una entrevista vía email a ‘L’Equipe’.
El dirigente indicó que “corresponde primero a las autoridades nacionales, luego en este caso a la UEFA y finalmente a la FIFA tomar las medidas oportunas”, pero apostó por “favorecer el diálogo sobre el conflicto, incluso en las situaciones más delicadas”. “Debemos evitar hablar de ‘guerra’ cuando hablamos de fútbol y cuando el mundo sufre una pandemia sin precedentes”, añadió.
Así, reiteró el firme rechazo de su organismo a la Superliga porque “se basa en una ruptura con las instituciones internacionales”, aunque sin esconder que se pueden “debatir nuevas ideas” y que la puerta de la FIFA “siempre está abierta”. “Pero esto debe hacerse con respeto a las instituciones y sin perder de vista los valores que han hecho de nuestro deporte un hoy en día el más popular en el mundo”, apuntó.
“Creo que nunca deberíamos haber llegado a esto, a la situación que vivimos hace unos días, al borde de una escisión con consecuencias imprevisibles y negativas para el fútbol”, lamentó Infantino, cuyo “deber y responsabilidad hacer todo lo posible para proteger el mundo del fútbol y su unidad” y que tiene claro que no tiene que “salvar a los grandes clubes ni a las grandes ligas” sino “defender todo el fútbol en todo el mundo”.
Para el presidente de FIFA, “hay situaciones en las que tienes que ser intransigente”. “La creación de una liga cerrada, ‘separatista’, fuera de las estructuras del fútbol internacional, es, no sólo inaceptable, sino simplemente inimaginable”, recalcó.
Sin embargo, también pareció enviar un mensaje al presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. “Un líder también debe preguntarse por qué hemos llegado a esto”, expresó. “Y, a partir de ahí, cómo podemos construir juntos el futuro y para eso hay que escuchar a todos, pero sobre todo la afición, que es el verdadero corazón del fútbol”, confesó.
Sobre la crisis financiera que sufren los equipos y agravada por la pandemia a la que hace referencia, entre otros, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, recordó que “todo el mundo sufre mucho en estos días, y el fútbol no es una excepción” y que en su organismo ya han tomado “una serie de medidas para intentar ayudar a la comunidad del fútbol mundial”.
“Necesitamos crear un fútbol mejor y más saludable, donde estemos mejor preparados para afrontar desafíos como esta pandemia sin correr el riesgo de colapsar”, prosiguió el abogado italo-suizo que confía en “la introducción de topes salariales y a las tarifas de traspasos, una limitación en el número de jugadores por equipo o el número máximo de partidos que los mejores pueden jugar por temporada” como medidas para promover “la estabilidad económica del sistema pero también el equilibrio competitivo”.
Tampoco se olvidó de pedir reformas en “el calendario internacional y el formato de las competiciones”. “Menos cantidad y más calidad debería ser nuestro lema. A nivel nacional, menos equipos y ‘play-offs’, por ejemplo, podrían hacer que las competiciones sean más emocionantes”, subrayó.
El mandatario también ve positiva la introducción del ‘juego limpio’ financiero han mejorando “considerablemente los resultados financieros” de los clubes europeos, aunque no descarta que la normativa no haya sido “perfecta” y que puede que sea la hora de “revisarla y encontrar mejores fórmulas para el futuro”.
Por otro lado, Infantino remarcó que el nuevo Mundial de Clubes ya “es una realidad” y que ahora deben buscarle nueva fecha tras aplazarlo por la pandemia y para dejar espacio en este 2021 a la EURO 2020 y la Copa América. “Lo que estoy seguro es que se convertirá eventualmente en el mejor evento de clubes del mundo y ayudará a desarrollar el fútbol en todos los continentes”, manifestó.
“Incluirá algunos ‘gigantes’ del fútbol, pero también dará a otros la oportunidad de competir al más alto nivel y esto generará ingresos para todos. Pero mi sueño también es ver el nacimiento del primer Mundial de Clubes Femenino, va a llegar muy pronto y realmente revolucionará el fútbol femenino”, agregó el dirigente.
Finalmente, dejó claro que “un boicot” al Mundial de Qatar del año que viene “no es el enfoque correcto” para lograr mejoras laborales en el país asiático. “No pretendemos que todo sea perfecto en Catar y sabemos que todavía existen desafíos, pero cualquier debate al respecto debe basarse en hechos concretos”, puntualizó.
“Qatar ha avanzado enormemente en este ámbito (condiciones laborales) y no es FIFA quien lo dice. De hecho, los hechos nos dicen, como confirman la Organización Internacional del Trabajo y los sindicatos internacionales de trabajadores que realizan inspecciones, que el Mundial ya ha contribuido de manera significativa a la transformación positiva de la situación de los derechos de los trabajadores. Estoy convencido de que esto dejará un legado duradero en el campo de los derechos humanos mucho después”, sentenció.
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