Al Madrid se le escapa de las manos

El año en el que al público se le obligó a ver el fútbol desde el sofá, LaLiga se convirtió en una carrera de fondo. Y el Madrid, experto en el arte de la foto finish, por un momento se colocó en San Mamés a 90 minutos de cruzar el primero la meta.

Sin embargo, después de una avalancha de carambolas, la realidad se les terminó cayendo encima con la victoria del Atlético en el último suspiro ante Osasuna (2-1). Ya solo les queda agarrarse a la única bala del cargador, la última jornada. Y es que aún es pronto para decirlo pero lo cierto es que parece que en Bilbao, al Madrid, se le escapó LaLiga de las manos, nunca mejor dicho.

El idioma de la polémica

El partido tuvo miga. Más allá de la emoción como ingrediente principal, las decisiones arbitrales le pusieron picante y encendieron el encuentro desde casi el comienzo. Y es que no se sabe muy bien cuándo ni por qué pero en el fútbol se ha empezado a hablar un idioma indescifrable para muchos, el de las manos. En su diccionario homologado aparecen palabras tan grises como “interpretable”, “sancionable” o “riguroso” y por mucho que se empeñen los traductores en dar clases, la teoría es una y la práctica cada jornada es otra.

En San
Mamés, algunos aprovecharon el oportuno escenario para asegurar que la mano de Morcillo fue tan grande como una catedral. Otros, sin embargo, secundaron la decisión de Mateu
Lahoz que esta vez no le dio tiempo a ganarse el protagonismo, sino que le vino todo de golpe.

Eso sí, la jugada se quedó en un chaparrón del norte cuando Nacho, en la segunda parte, devolvió al Real Madrid la capacidad de volver a depender de sí mismos en esta Liga. Fue por poco tiempo, lo que tardó el Atlético en remontar en casa y enterrar, por penúltima vez esta temporada, las opciones que tienen los blancos de terminar mordiendo la plata.


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