Son muchos los motivos que el Atlético de Madrid tiene para creer en la victoria este sábado en Valladolid, lo que le daría el título de Liga. Y uno tiene nombre y apellido: Yannick Carrasco. El belga, que ha ofrecido un buen nivel durante toda la temporada, lo ha elevado exponencialmente en las últimas semanas, hasta el punto de ser uno de los futbolistas más decisivos del conjunto rojiblanco.
Tras pasar tres semanas sin jugar entre marzo y abril (un partido de sanción unido al parón liguero por los compromisos de las selecciones, con la que tampoco jugó por molestias físicas) le sirvieron para coger impulso y ver al mejor Carrasco vestido de rojiblanco.
El show empezó el 11 de abril, en la visita al Villamarín. El belga abrió el marcador en el minuto 5 de partido, aunque su tanto no sirvió para regresar de Sevilla con los tres puntos. Una semana más tarde marcó frente al Eibar en el Metropolitano y tres días después, en el mismo escenario, otro gol ante el Huesca. En la jornada 36 volvió a ver puerta ante la Real Sociedad.
Pero es que además de los goles, Carrasco también se ha convertido en un asistente de lujo, con el choque del pasado domingo frente a Osasuna aún en la memoria. Fue el autor del pase a Luis Suárez en el minuto 88 de partido, tras una buena manobra en el área, que permitió al Atlético remontar el choque, mantenerse en el liderato y seguir dependiendo de sí mismo para ser campeón.
Desde ese 11 de abril, Carrasco ha marcado cuatro goles y ha dado cinco asistencias. Nadie está siendo tan decisivo como él en el Atlético de Madrid en este final de temporada, exceptuando a Oblak, con paradas clave, aunque no se puede comparar por las diferentes posiciones en el terreno de juego.
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