Se terminó la etapa de Zinedine Zidane en el Real Madrid. Es la segunda vez que se escribe esta frase en poco tiempo, pero esta vez parece la definitiva después de que el club anunciara la marcha del técnico francés, que deja atrás 11 títulos, incluidas 3 Champions League.
No obstante, el francés ha sido mucho más que títulos. Logró devolver al Real Madrid su gloria y su espíritu, especialmente en Europa, donde no llegó el fútbol lo hizo la ambición competitiva y las ganas de ganar. Porque Zidane fue eso. Más que un entrenador al uso, acompañó y supo guiar a sus estrellas para que respondieran en los momentos clave, como él hizo tiempo atrás como jugador. Una leyenda a la que escucharon cracks como Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo o Luka Modric.
Su mayor confianza radicó en la plantilla. En unos fijos en los que dio todo desde el primer día hasta casi el último. En esta segunda etapa el paso de los años afectó a pilares como Marcelo o Isco, así como no contar con Cristiano Ronaldo, que se marchó al tiempo que el francés terminó su etapa.
Zidane, al rescate
Lo que más entra en valor para el madridismo es, más allá de los títulos, el amor de Zidane por el club. Cuando dejó las riendas del primer equipo, pocos meses después, con el club en plena crisis, el francés decidió volver para rescatar a unos jugadores de los que había confesado tiempo atrás con los que empezaba a tener algún problema. Pero estos respondieron. En ese periodo el Madrid levantó LaLiga y Supercopa, aunque fue imposible reeditar el papel en la Champions League, quedando esta temporada en semifinales, a un solo paso.
Jugadores que no encajaron
No todo han sido flores, valga la redundancia por la fortuna que ha sonreído en los momentos claves a Zidane, en su carrera en el Real Madrid. Su confianza en un bloque determinado ha deteriorado a otros futbolistas, incapaces de contar con minutos y que se han tenido que buscar la vida fuera. El caso claro es el de Gareth Bale y James Rodríguez, estrellas desaparecidas bajo el mando de Zidane, que tampoco contó con la sabia joven como Ceballos, Odegaard o Marcos Llorente, que se tuvieron que buscar la vida lejos del club.
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