Países Bajos muestra sus dos caras ante Ucrania

Con más dificultades de las esperadas pero convenciendo. Así fue el estreno de Países Bajos en esta Eurocopa en el que después de ir ganando 2-0 a Ucrania, se dejó llevar hasta que los de Shevchenko empataron el partido. Ya en el tramo final, Dumfries, uno de los mejores del partido, dio la victoria a los locales y evitaron un tropiezo a los primeras de cambio. Amsterdam, con 16.000 espectadores, mandó su apoyo a Eriksen, uno de sus ‘antiguos alumnos’.

Comienzo eléctrico

El partido comenzó con mucho ritmo, como si los dos equipos tuvieran prisa por hacerlo todo en poco tiempo. El balón tan pronto estaba en un área como en la otra aunque es cierto que, con el paso de los minutos, empezó a coger predilección por las botas neerlandesas y ya no se despegó de ellas.

Sobre todo de las de Depay. El ‘10’ tiene claro que su dorsal implica muchas cosas y una de ellas, la de manejar al equipo en ataque, la cumplió a rajatabla. Fue él quien distribuyó balones desde la banda y quien se arremangó para recibir en posiciones más retrasadas. Incluso se animó con un contragolpe de libro que apunto estuvo de ser el gol de la Eurocopa pero la ley del fútbol es muy clara en estos casos: si el balón no entra, nunca ocurrió.

Y es que por más que lo intentaba la Oranje, el gol no llegaba. Con Wijnaldum y De Jong apareciendo desde segunda línea lo trabajaron, pero Bushchan, el portero ucraniano, se colgó la capa de héroe de su equipo y frenó el bombardeo hasta que lo hizo el árbitro decretando el descanso.

Ventaja, siesta y reacción

Ya tras el paso por vestuarios, la lógica se impuso a todo lo demás y Países Bajos, después de tanto sembrar, recogió . En su caso fueron dos naranjas. Y muy seguidas. Ambas protagonizadas por Dumfries que en el primer gol puso el centro previo al disparo de Wijnaldum y en el segundo llevó el balón hacia el área donde Werhorst estuvo más rápido que cualquiera de sus iguales.

Con el 2-0, Países
Bajos se tranquilizó. Y se tranquilizó tanto, que Ucrania aprovechó para empatar también con dos zarpazos casi seguidos. Primero Yarmolenko con un candidato a gol del torneo: pared y balón a la escuadra. Y luego Yaremchuk con un cabezazo tras un balón parado. Cuatro minutos, dos goles y una decepción. La de Países Bajos que, después de construir una victoria, vio como el edificio se tambaleaba.

Pero entonces, apareció Dumfries, uno de los mejores del partido, para hacer de cabeza el 3-2 final y dejar todo en un susto. Países Bajos ha llegado a esta Eurocopa en silencio y en su primer partido ya ha hecho mucho ruido. Cuidado.