El
Atlético de Madrid
tendrá que recomponer su portería si, finalmente, y como desea el propio arquero, Ivo Gbric deja el conjunto rojiblanco. El croata, firmado el pasado verano por el club colchonero como apuesta de presente para cubrir las espaldas de Oblak y también de futuro, pues sólo tiene 25 años, quiere salir.
Llegó del Lokomotiv de Zagreb por unos tres millones de euros, pero a pesar de que ha encajado bien en el grupo y de que está feliz a nivel personal, en el plano deportivo no puede decir lo mismo aunque en su palmarés ya figure una liga española. Porque Gbric quiere jugar. Y eso, teniendo por delante a uno de los mejores del mundo, es complicado. En el curso recién terminado, sólo disputó un encuentro, ante el Cardassar en la Copa del Rey.
“Necesito hablar con la gente del club. Hasta ahora no he podido hablar de eso porque todos estábamos concentrados en la final del campeonato. Esta temporada ha sido instructiva para mí. Aprendí mucho de Jan Oblak, la gran diferencia venía de la HNL en Primera (liga croata). Aprendí el idioma, estoy completamente satisfecho. La gente del club me aprecia y está contenta conmigo. Lo más importante para mí es progresar, y eso es el interés de la gente del club. Entonces necesito jugar”, aseguró hace unos días en su país.
Y claro, el Atlético no pondrá pegas a la salida del balcánico si cree que debe salir, ya sea como cedido o como traspasado, recuperando como mínimo la inversión realizada el pasado verano. Pero su salida obligaría a la entidad rojiblanca a fichar otro guardameta. Y uno de los objetivos está identificado: Berke Ozer.
EL FOCO, EN TURQUÍA
El guardameta turco, de 21 años y 191 centímetros de altura, gusta mucho en el Metropolitano, donde llevan años siguiendo su evolución. En 2019, el Atlético ya sondeó su fichaje, cuando sólo tenía 19 años. En el club madrileño habían quedado impresionados con sus prestaciones cuando se enfrentó, con el Altinordu, al juvenil colchonero en la Youth League en 2017. Tenía 17 años. Y desde entonces está en la agenda.
Tras formarse en ese modesto equipo, el Fenerbahce lo fichó en 2018 por 2’5 millones de euros. Y las dos últimas campañas ha estado cedido en el Westerlo de Bélgica. Ahí ha acumulado minutos y experiencia, y esta pasada temporada ha disputado 24 encuentros en los que ha encajado 26 goles. Dejó su puerta a cero en ocho ocasiones, es decir, en un 33% de los partidos que estuvo bajo palos.
Internacional en todas las categorías inferiores de la selección turca, el Fenerbahce sabe que con Ozer tiene un diamante entre manos. Y aunque este verano regresa al equipo tras los dos años de ‘Erasmus’ en Bélgica, la directiva asume que si llega una buena propuesta, será imposible retenerle.
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