Este miércoles fue un día negro en la NBA. Además de las bajas confirmadas de Kawhi
Leonard y Chris
Paul, varios miembros del staff técnico de los equipos se quedaron sin trabajo.
Los Washington
Wizards anunciaron que han decidido no renovar el contrato de su entrenador, Scott
Brooks, por lo que empiezan ya la búsqueda de nuevo inquilino para su banquillo.
Brooks ha durado cinco temporadas al frente de los capitalinos tras su salida de Oklahoma y justo este año ha logrado clasificar al equipo para playoff, en una plantilla liderada por Bradley Beal y Russell Westbrook.
Otro caído ha sido Stan Van Gundy. Este apenas ha durado un año en New Orleans, al frente de los Pelicans. Llegó en octubre del año pasado en lugar de Alvin Gentry pero su etapa en Louisiana ha llegado a su fin.
Van
Gundy no ha sido capaz de clasificar a su equipo, una plantilla cargada de talento con Zion
Williamson y Brandon Ingram a la cabeza, para disputar los playoff, por lo que la franquicia ha decidido prescindir de él.
Por si no fuera suficiente, la tarde del miércoles nos dejó otro damnificado. Esta vez no era un entrenador, sino un General
Manager, Donnie Nelson, que llevaba casi 20 años trabajando para los Mavericks.
Quizás la de Nelson fuese la mayor sorpresa de las vividas ayer en la NBA. El directivo y la franquicia decidieron separar sus caminos, y Mark
Cuban ya ha contratado a una firma especializada en buscar talentos para sustituir a su cabeza de operaciones de baloncesto.
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