A 10 años de la muerte de Jorge Otilio Cantú Cantú, ejecutado por militares en 2011 en Monterrey, un tribunal federal condenó este miércoles a la Sedena a indemnizar a la familia con alrededor de 18 millones de pesos.
A lo largo de una década, la familia -principalmente el padre, Otilio Cantú González, también médico- ha luchado por hacer justicia. En 2016, un juez penal sentenció a 22 años y seis meses de prisión por el delito de homicidio calificado con ventaja a cinco militares, responsables de acribillar al médico de 29 años.
La familia reclamó también la responsabilidad patrimonial del Estado y la correspondiente indemnización por daño moral, daño físico y gastos funerarios, lo que se resolvió ayer, por mayoría de siete votos a favor y dos en contra, en el pleno del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA).
El monto de la indemnización deberá ser repartido entre la esposa, el padre y la madre de Cantú Cantú, quien fue ejecutado de manera extrajudicial el 18 de abril de 2011, por un comando del Ejército.
La muerte del médico se registró cuando los militares, a bordo de cuatro patrullas, perseguían a hombres armados en un vehículo blanco y una camioneta roja, a los que dieron alcance en la Avenida Garza Sada, al sur de Monterrey.
Pero, a la altura de la avenida Lázaro Cárdenas, los militares alcanzaron la camioneta conducida por Cantú Cantú, ajeno a los hechos. Sin embargo, los militares dispararon contra el vehículo.
El ataque fue completamente irregular, ya que no detuvieron el fuego aun cuando la víctima no iba armada, ni repelió la agresión, como dijeron ellos.
Se determinó que su conducta no obedeció a una confusión, equivocación o mero accidente, ni se trató de una reacción en legítima defensa, sino de un ataque sin justificación alguna.
Ese día, Cantú Cantú, quien tenía dos semanas de casado, se dirigía a su trabajo, cuando se suscitó el ataque.
Los uniformados, al ver que habían cometido un error le sembraron un arma. Posteriormente, declararon que el joven había disparado, por lo que ellos repelieron la agresión.
La familia comprobó que no sabía usar armas y las autoridades cambiaron la versión; esta vez se dijo que había quedado atrapado en un fuego cruzado, lo que también fue desmentido tras revisar cámaras de seguridad de la avenida.
El caso conmocionó a la comunidad, medios y organismos de derechos humanos dieron difusión al caso, como parte de las víctimas inocentes de la Guerra contra el narco.
En 2016, tras cinco años de lucha, el padre de Cantú Cantú logró un hecho histórico en México, que los militares fueron sentenciados a prisión por homicidio calificado.
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