El Athletic no ha vuelto a entrar en Europa desde que dejó el banquillo de San Mamés. El Barça no ha conquistado la Liga a partir de su destitución en el del Camp Nou. Ernesto Valverde, cuestión de imagen.
Desde su destitución como entrenador del Barça, allá por el mes de enero de 2020, no se han vuelto a tener noticias de Ernesto Valverde en lo que al ámbito futbolístico hace referencia.
Txingurri se despidió de la entidad azulgrana con dos títulos de Liga y otro de Copa y la frustración generalizada por sus dos traumáticas eliminaciones en la Champions frente a Roma y Liverpool, equipos a los que Messi y compañía golearon en los respectivos choques de ida disputados en el Camp Nou. La Copa ganada por los azulgrana el pasado abril ante los leones es el único título que se ha sumado al palmarés del club catalán en estos dos últimos años y medio.
Al Athletic tampoco le han ido especialmente bien las cosas sin Txingurri en el banquillo de San Mamés. Mientras el Barça se ha visto obligado a fichar a dos entrenadores tras el despido del técnico gasteiztarra, el club rojiblanco ha tenido que recurrir a cuatro desde la temporada 2015-16, la del agur de Valverde. Ziganda, su sustituto, acabó el curso, pero fue reemplazado por Berizzo con un año todavía de contrato. Garitano evitó males mayores en la 17-18, pero su crédito se agotó en el arranque de 2020. Elizegi optó entonces por fichar a Marcelino. Cuatro años, en cualquier caso, en los que los leones no han olido Europa.
De la fotografía al verde
Txingurri apareció recientemente en los diarios con motivo de una exposición fotográfica. Nada que ver con el deporte como tal. Su nombre, más allá de la pasión por la fotografía, vuelve a aparecer otra vez en la escena futbolística. Hay quien le situa en las quinielas para entrenar al Tottenham.
Valverde, que ya ha rechazado varias ofertas desde su destitución en el Barça, no ve con malos ojos este posible destino. Su nombre vuelve a sonar. Ya era hora.
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