La extrema derecha francesa obtuvo resultados peores a los previstos en las elecciones regionales del domingo, según sondeos afuera de las casillas, lo que ponía en duda una victoria en Provenza-Alpes-Costa Azul en el sur del país y su plataforma para las elecciones presidenciales de 2022.
Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen expresó su frustración por la baja participación récord, en una votación en la que la centro derecha volvió a las urnas luego de su desastroso desempeño en las elecciones presidenciales de 2017. En tanto, el partido del presidente Emmanuel Macron se ubicaba en quinto lugar.
El alto índice de abstención en la primera vuelta del domingo, que la encuestadora Elabe proyecta en un 68,5%, coincidió con un día soleado y el fin de meses de duras restricciones por el Covid-19.
“No puedo sino lamentar este desastre cívico, que ha deformado en gran medida la realidad electoral del país y ha dado una idea errónea de las fuerzas políticas en juego”, dijo Le Pen. “Si quieren que las cosas cambien, salgan a votar”.
Un sondeo de IPSOS mostró que Los Republicanos, de centro-derecha, obtuvieron el 27,2% de los votos a nivel nacional, por delante de la extrema derecha, con el 19,3%, seguida del Partido Verde, el Partido Socialista y La República En Marcha de Macron, con el 11,2%.
Para la ultraderecha de Le Pen, esto supone una caída de más de 7 puntos porcentuales a nivel nacional respecto a las últimas elecciones de 2015, que se celebraron tras los atentados islamistas de París.
Las elecciones regionales, que celebrarán una segunda vuelta el 27 de junio, ofrecen una muestra del estado de ánimo de los votantes de cara al próximo año, y suponen una prueba a las credenciales de Le Pen.
La líder de extrema derecha ha buscado limpiar la imagen de su partido y sumar votos de la derecha tradicional con una política populista euroescéptica y antiinmigración menos incendiaria.
En la región septentrional de Hauts-de-France, Los Republicanos obtuvieron resultados mejores de lo esperado, según los sondeos, situándose por delante de la extrema derecha con un margen más amplio de lo previsto.
El principal candidato del partido en el norte, Xavier Bertrand, que aspira a ser el candidato presidencial de los conservadores en 2022, dijo que la centro derecha había demostrado ser el baluarte más eficaz contra la extrema derecha.
El partido gobernante de Macron obtuvo un resultado tan malo como se esperaba, y la portavoz del partido, Aurore Berge, lo calificó de “bofetada”.
Los sondeos de opinión prevén que Le Pen obtenga los mejores resultados en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del próximo año, impulsada por una base de apoyo harta de la delincuencia, de las amenazas a los puestos de trabajo derivadas de la globalización y de una elite gobernante que se considera alejada de los ciudadanos comunes.
El partido de Le Pen nunca ha controlado una región. Si gana una la semana que viene, enviaría el mensaje de que no se puede descartar un presidente de la Reagrupamiento Nacional en 2022.
Los resultados de la primera vuelta del domingo llevarán a los partidos a negociar durante dos días para establecer alianzas de cara a la segunda vuelta.
(Reuters)
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