Las partes en conflicto en el accionariado de Distrito Castellana Norte (DCN), la principal promotora del futuro barrio Madrid Nuevo Norte, se han rearmado legalmente con el asesoramiento externo de despachos de abogados para la batalla que tendrá lugar en la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid. Esa institución tendrá que aclarar si BBVA, accionista mayoritario de DCN, puede quitar a los socios minoritarios (Merlin y Grupo San José) su derecho de adquisición preferente. En juego está la participación en la mayor operación urbanística en Europa.
DCN ha fichado para el arbitraje al bufete británico Clifford Chance, uno de los grandes despachos internacionales, como confirman distintas fuentes consultadas. La promotora, que se convertirá en el mayor propietario de suelo de la Operación Chamartín cuando culmine la compra de los terrenos a Adif, se ha reforzado en el flanco legal porque la reclamación de los minoritarios ha ido dirigida contra la empresa y sus administradores por la decisión de modificar los estatutos de la sociedad.
En el caso de la socimi Merlin Properties, la compañía ha fichado a José María Alonso, decano del Colegio de Abogados de Madrid desde 2017 y presidente de honor del Club Español Arbitraje. Pero además la inmobiliaria se ha reforzado con los servicios de José Antonio Caínzos, un veterano jurista que precisamente ejerció como director de arbitraje en Clifford Chance hasta el pasado año. Este experto es también presidente del Centro Internacional de Arbitraje de Madrid, un organismo independiente de resolución de conflictos.
En Clifford Chance le sustituyó Fernando Irurzun como socio responsable del departamento de litigios y arbitraje, donde Caínzos ejerció desde 1998. De esta forma, asesorando a DCN, Iruzun tendrá en frente a su antiguo jefe.
Por parte de San José, la constructora ha seleccionado al despacho Cremades & Calvo Sotelo, dirigido por Javier Cremades y que cuenta con José María Martínez Peña y Vicente Conde, ex magistrado del Supremo, como socios en el área de arbitraje.
De momento se desconoce si BBVA buscará asesoramiento legal externo, utilizará sus propios servicios jurídicos o, como hasta ahora, cede a su participada DCN, de la que dispone el 75,54% del capital, el proceso legal a través de Clifford Chance.
El conflicto entre los socios de DCN estalló en abril cuando BBVA comunicó a los socios minoritarios que eliminaría de los estatutos de la inmobiliaria el derecho de tanteo y retracto. De esta forma, el banco podría vender a otro inversor su participación completa o parcial sin que Merlin y San José pudieran ejercer la adquisición preferente.
Tal como adelantó Cinco Días en abril, el artículo 39 de los estatutos de la sociedad recoge que los socios deben resolver el conflicto en una mediación en la Cámara madrileña.
En mayo, el banco hizo efectivo el cambio en los estatutos gracias a su mayoría en la junta de accionistas de DCN. Aunque Merlin y San José se anotaron unos días después una primera victoria al conseguir unas cautelares que suspenden la modificación, a la espera de una decisión definitiva, que puede alargarse hasta final de año.
La corte de arbitraje deberá dilucidar si la entidad financiera presidida por Carlos Torres tiene derecho a tomar esa decisión unilateralmente ya que no existe un pacto entre accionistas que indique lo contrario o, por contra, considera que es un abuso de su mayoría.
El interés de Merlin por crecer
Detrás del conflicto se encuentra el interés del socio minoritario Merlin de crecer en el capital de DCN, una opción que BBVA corta al quitar el derecho de adquisición preferente. La socimi dirigida por Ismael Clemente ha reconocido su interés en crecer en la sociedad que desarrollará el futuro barrio de Madrid Nuevo Norte, donde se levantará 10.700 viviendas y, sobre todo, la nueva city de oficinas junto a la Estación de Chamartín. Merlin ya negoció con el banco hacerse con DCN, pero las conversaciones terminaron sin acuerdo.
Se podría sospechar que BBVA toma la decisión contra los minoritarios porque pueda tener una oferta de un tercero, pero la entidad aseguró a este diario en abril que a esa fecha no existían conversaciones con ningún inversor. “Nuestro compromiso con el proyecto sigue siendo pleno y la posibilidad de dar entrada a nuevos socios es positivo tanto para el proyecto, como para DCN y sus accionistas”.
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