No funcionó. Twitter ha anunciado el cierre en las próximas semanas de Fleets, una de sus últimas innovaciones, lanzada hace poco más de un año. “Eliminaremos Fleets el 3 de agosto y seguiremos trabajando en algunas cosas nuevas. Lo sentimos… o de nada”, reza el mensaje compartido con los más de 340 millones de usuarios activos de Twitter.
Fleets fue vendida al público como la versión de las historias de Instagram en Twitter. Eran publicaciones que permitían compartir texto, fotos, vídeo e incluso tuits, con la promesa de que desaparecerían de la plataforma al cabo de 24 horas. Una idea originada por Snapchat en 2012 y replicada por casi todas las redes sociales, entre ellas Facebook, Instagram y WhatsApp. La implementación de esta novedad formaba parte de un plan de expansión con el que la plataforma busca crecer, conquistar públicos más jóvenes y ser más rentable. Pero Fleets no ha sido una estrategia ganadora.
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“Esperábamos que Fleets ayudara a más personas a sentirse cómodas uniéndose a la conversación en Twitter. Pero, desde que presentamos Fleets a todos, no hemos visto un aumento en la cantidad de personas nuevas que se unen a la conversación con Fleets de la manera que esperábamos”, explica Ilya Brown, jefe de producto de Twitter.
El cierre de Fleets, además, cumple con una presea que múltiples expertos en social media han repetido: no necesariamente todo lo que funciona en una red social, triunfa en otra. Por ejemplo, las “historias” son un éxito en Instagram y un fracaso en Twitter. ”La relevancia de Twitter no reside precisamente en su volumen de audiencia en comparación con otras plataformas —Instagram tiene mil millones de usuarios y Facebook, el doble—, sino en el rol que cumple dentro del ecosistema digital que gira en torno a la política, los medios y las noticias de actualidad”, explica David Álvarez, consultor de redes sociales.
Otros fracasos
Pero no es primera vez que Twitter da marcha atrás a un producto nuevo. En diciembre de 2020, la red social se despidió de su tan aclamado “citar tuits”, una herramienta que si bien aún se encuentra activa, desde octubre de 2020 comenzó a ser obligatoria para toda aquella persona que quisiera retuitear algún artículo; la plataforma le recordaba que “debía leerlo antes” y lo obligaba a escribir alguna frase al tuit citado. Ahora, después de reconocer el fracaso de esta medida —pues la cantidad total de retuits y tuits con citas combinados disminuyó en un 20%—, “citar tuits” ha pasado a ser opcional.
En marzo pasado, la compañía también anunció el cierre de Periscope —su aplicación enfocada en los directos— por una razón similar a la de Fleets: ya casi nadie la utiliza. “En los últimos dos años, el consumo ha caído y el mantenimiento de la aplicación ha resultado ser insostenible”, explicaron desde Twitter.
No todo han sido despedidas para la red del pájaro azul. 2021 ha sido un año de mucha innovación. En los últimos meses, la red social ha lanzado el espacio sonoro Spaces —para competir con el éxito de Clubhouse—, ha comprado la herramienta Revue —que permite a sus usuarios generar y enviar boletines (newsletters, en inglés)— y está trabajando en múltiples proyectos como Birdwatch, que será una herramienta para que sus usuarios contribuyan a combatir la desinformación y Twitter Blue, una suscripción de pago por un precio de 2,99 dólares al mes (2,46 euros) que brindará al usuario funciones exclusivas dentro de la plataforma.
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