Necesitaba la pretemporada, metida en cierto ambiente gris por las lesiones, aire fresco. Nada mejor que la llegada de Alexander
Isak a Zubieta para aportar alegría, con más ahínco viendo el rostro sonriente del sueco nada más poner pie en las instalaciones. El director deportivo, Roberto
Olabe, le esperaba en el mismo aparcamiento para recibirle con los brazos abiertos. El artillero de la Real se une a la pretemporada con las expectativas en torno a su figura disparadas. El máximo goleador de la pasada temporada se viste de corto con una renovación estelar recién sacada del horno, ya con el status de pieza referencial del proyecto. Isak llega más tarde a Zubieta por haber competido en la pasada Eurocopa, cita en la que deslumbró por momentos. La Real consiguió blindarle ante la posible repercusión de su calidad y se presenta en su tercera campaña como txuri urdin como el delantero centro estrella, un contrato hasta 2026 y una cláusula de 90 millones, récord en la historia del club.
Sin tiempo que perder, el ariete de la Real se ha puesto automáticamente a las órdenes de Imanol
Alguacil y ha completado el primer entrenamiento de la semana al mismo ritmo que el grupo. Las imágenes publicadas en la página web del club muestran que Isak ha sido bienvenido por la plantilla y el resto de empleados que trabajan en Zubieta. El goleador tiene tres semanas a afinar su estado de forma y puntería de cara a la inauguración oficial de la temporada, el domingo 15 de agosto en el campo del Barcelona.
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