Adelaida Ruiz lleva una doble vida en sus deberes como madre para sacar adelante a su familia. De lunes a viernes, trabaja en una clínica y el fin de semana reparte comida.
Sin embargo, en su tiempo libre se dedica a la pasión deportiva que ha tenido desde niña: el boxeo.
“Quiero lograr el sueño que yo tuve desde que era muy niña”, dice Ruiz, conocida como “la Cobra” en el ámbito deportivo. “Desde muy niña yo quería ser campeona mundial y quiero llegar a ser campeona mundial”.
Almita Reveles vive como una persona de pequeña estatura que ha demostrado ser una gigante con baja estatura a través del deporte y una gran disposición.
Para lograr esta meta, Ruiz se levanta muy temprano para ir a correr todas las mañanas. En las tardes, asiste al gimnasio a practicar boxeo. Una rutina que comenzó el día que se dio cuenta que, decir que no hay tiempo para todo, es solo una excusa.
“Yo decía lo mismo antes y mi mama me dijo, ‘hay tiempo para todo , es nada más como saber organizar y tener tiempo para todo. Es solo querer hacer el tiempo’”, cuenta Ruiz.
Siguiendo esta dura rutina, “la Cobra” ha mandado a la lona a muchas de sus oponentes. Pero, su más fuerte batalla ha sido fuera del cuadrilátero, con un un rival invisible y silencioso que la persigue.
“Ser mamá soltera. Ser papá y mamá para mis niños pero la voy ganando”, dice Ruiz.
Ruiz comenzó a boxear a los 12 años pero tuvo que dejar el deporte a los 17 cuando nació su primer hijo.
“Lo que más admiro y me gusta mucho de ella es que no desatiende a sus hijos”, dice Juan Jose Ruiz, padre y entrenador de “la Cobra”. “Boxea, trabaja, paga su renta ella sola. Ella es papá y mamá al mismo tiempo de tres niños y, si mirara a sus hijos, es como si tuvieran mamá y papá”.
Ruiz se prepara como nunca, a sus 32 años, para su próxima pelea de campeonato programada para el 25 de septiembre.
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