Por Estrella Pedroza
“Existe un gran vació en el Plan Nacional de Vacunación contra Covid-19, que implementó el Gobierno Federal, debido a que fueron excluidas las personas en situación de calle, que no cuentan con documentos oficiales y por lo tanto no pueden acceder a la vacuna”, denunció, Alfonso Lejía Salas, activista y obispo de la Iglesia del Río de la Plata.
En entrevista, el activista que trabaja a favor de las personas más necesitadas en Morelos, destacó que desde el inicio la pandemia en la política de salud para hacer frente al SARS-CoV-2 ha prevalecido la discriminación y exclusión de las personas que no tienen hogar y deambulan en las calles.
Primero porque en la estrategia de confinamiento “no pensaron en las personas que no tienen donde resguardarse ni mucho menos como alimentarse”, dijo.
Y actualmente, en la etapa de vacunación, el Plan Nacional exige que las personas deben registrarse en una plataforma en la que es necesario ingresar datos personales como el CURP, poner un domicilio, un número telefónico y al momento de acudir al módulo se debe presentar comprobante de domicilio e identificación oficial.
“Hay muchas personas que no tienen ni acta de nacimiento, ni ningún documento para registrarse”, dijo.
Frente a lo que consideró “un gran vació” en el Plan Nacional de Vacunación, implementado por la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador, Lejía Salas lanzó un llamado a las autoridades encargadas de este proceso.
“Les pido que hagan un programa especial que permita que las personas en situación de calle puedan tener acceso a la vacuna”, dijo.
Admitió que no toda la población de ese sector quiere o piensa vacunarse pero dijo que es indispensable que también se piense en quienes sí se quieren vacunar.
“Por fortuna hasta ahora casi ninguna de estas personas ha enfermado, es decir, si portó el virus no presentó síntomas, eso se cree que es debido a las defensas que han hecho pero eso no quiere decir que más adelante no puedan enfermar”, subrayó.
El obispo de la Iglesia del Río de la Plata, coordina el comedor comunitario “El Farolito”, situado en el Centro de Cuernavaca en la calle Abasolo, desde donde ha hecho una labor titánica para apoyar al sector más olvidado y vulnerado durante esta pandemia.
La primera actividad que impulsó fue un colecta de víveres para lograr alimentar a decenas de personas que de la noche a la mañana, durante los periodos de confinamiento, se quedaron sin una forma para poder alimentarse.
“La mayoría de ellos, hacían alguna labor para poder comer, pedían limosna, apoyaban a en los comercios y les daban algo de comer o simplemente la gente les donaba un taco pero al cerrar no había forma y se quedaron complemente a la deriva”, narró.
Diariamente alimenta entre de 40 a 60 personas en el comedor y hay ocasiones que llega más gente y se les da hasta donde alcanza.
Cuando inició el proceso de vacunación, se dio a la tarea de registrar en su computadora a las personas pocas personas que tenían documentos: “Ellos no tenían forma de registrarse, algunos no saben ni leer o menos ocupar una computadora, tampoco los recursos para pagar para que se lo hicieran y para imprimir sus registros”.
Hasta ahora solo el 20 por ciento de las personas que acuden al “Farolito” ha logrado vacunarse y otro 50 por ciento, aunque quisiera, no ha podido por falta de documentos, el resto no cree que sea necesario.
Sin embargo, existe otro universo de personas en situación de calle que no comen en “El Farolito” pero que deambulan en las calles de Cuernavaca y el resto del estado.
“Desde que inició la pandemia han aumentado las personas en situación de calle, lo vemos ha incrementado y para ello basta con conocer las estadísticas presentadas por INEGI”, dijo. En Morelos se pasó de 48.5 a 50.9 por ciento de la población en situación de pobreza.
Versión oficial
En entrevistas por separado, Miguel Ángel Van Dick Puga y Raúl Anaya Rojas , coordinador estatal de vacunación contra COVID19 y delegado de la Secretaría de Bienestar Social, respectivamente, reconocieron que el Plan de Vacunación Nacional no contempla a personas que por alguna razón no tengan documentación .
Ambos coincidieron en que el problema es que se tiene que comprobar a quién se le pone cada vacuna y por ello es necesario el registro.
Anaya Rojas, dijo que “en algunos casos de personas mayores sin documentos la vacunación se hizo a través del Sistema DIF Morelos pero ellos (autoridades del DIF) se hicieron cargo del seguimiento para lograr completar el esquema de vacunación.
Finalmente, ambos funcionarios se comprometieron a impulsar una estrategia que permita incluir a las personas en situación de calle que deseen vacunarse.
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