Alberto Chicote: “Queríamos probar qué paella estamos dando en Londres y todavía estoy con Almax”


Hace años que Alberto Chicote (Madrid, 1969) se convirtió en algo más que un chef. A sus 52 años, es uno de los personajes televisivos más populares de España, y su continuo paso por la pantalla pequeña, donde intercala varios formatos —campanadas de fin de año incluidas—, lo corrobora. Chicote estrena este martes la cuarta temporada de ¿Te lo vas a comer? (La Sexta), un espacio en el que denuncia injusticias o ilegalidades relacionadas con la alimentación. Pero además de este y Pesadilla en la cocina, ya está preparando un nuevo programa.

El chef responde a las preguntas de este diario por teléfono desde un convoy camino al País Vasco. Viene de los Picos de Europa de grabar Fuera del mapa, un proyecto en el que recorrerá rutas de senderismo mientras entrevista a distintos invitados. Intercala este rodaje con su visita a la Feria del Libro de Madrid, donde se ha pasado dos fines de semana para firmar ejemplares de su último libro, Cocina de resistencia. Mientras tanto, prepara la apertura de su próximo restaurante, del que todavía no quiere desvelar ni un detalle.

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“A mí lo que me gusta es estar muy activo y hacer diferentes cosas. Hoy me despierto en Asturias, voy a dormir en el País Vasco y mañana no sé ni donde voy a estar”, cuenta Chicote, que reconoce que eso le hace pasar menos tiempo entre fogones: “Pero para eso también está la tecnología, para poder ayudar en lo que me necesiten esté donde esté”.

Para los ocho capítulos de la nueva temporada de ¿Te lo vas a comer?, Chicote ha puesto el foco en dos vertientes: las irregularidades que ha destapado la pandemia del coronavirus y la defensa de los consumidores a pie de calle. “Me gusta poner debates sobre la mesa en un tema tan importante como la alimentación. Vamos a contar historias interesantes que van a despertar y mover algo por dentro, que es lo que pretendemos nosotros”. En su estreno, el chef perseguirá el despilfarro de comida. Asegura que cada año en España se tiran siete millones y medio de toneladas de alimentos. “Ni siquiera en la medida racional de campos de fútbol se me hace posible controlar cuánto es. Mientras, en España tenemos a la gente haciendo cola para que le den algo porque no tienen para comer. Esto es escalofriante desde el minuto uno”, lamenta Chicote.

Otro de sus objetivos en esta temporada pasa por exponer a los “seres desalmados y malnacidos que te quieren vender la pastillita milagrosa para perder peso y les importa un huevo jugar con tu salud con tal de llevarse la pasta”. Chicote recalca que una de las consecuencias de la cuarentena es que mucha gente ha ganado kilos durante el confinamiento y hay quienes se intentan lucrar con eso: “Se están poniendo a la venta por internet algunos compuestos que arrastran un historial de muertes y cuyo consumo está prohibido, y hay quien te los vende sin ningún tipo de problemas”.

El chef y su equipo también han salido al extranjero en esta nueva aventura de ¿Te lo vas a comer? Han visitado Londres para continuar con un experimento que empezaron en España. “En otra temporada hicimos un programa donde queríamos ver cómo tratamos nosotros a los extranjeros cuando vienen a nuestro país a comer”. Ahora han acudido a “una de las ciudades más cosmopolitas y con más mezclas de gente del mundo, con gran proliferación de restaurantes españoles” para comprobar qué se sirve allí. Chicote es conciso: “Queríamos probar qué es lo que nosotros estamos dando por paella y todavía estoy con Almax”.

Para Chicote ya no es lo mismo cuando se acerca a los restaurantes acompañado por las cámaras. “Antes me veían y decían ‘hombre, adelante Alberto, no te preocupes‘. Ahora parece que en mis visitas me reciben con bastante menos ilusión, pero no por eso van a dejar de ocurrir”, explica el chef. De momento, está planificando su nuevo restaurante, del que confiesa que lo que menos le preocupa son los platos que va a poner: “Es un proyecto muy personal y quiero tener mucha amplitud. Por ahora, con haber encontrado un nombre, que me parece dificilísimo, me doy por satisfecho”.


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