Teresa Perales ganó en Tokio su medalla número 27 en sus sextos Juegos Paralímpicos. Fue el 30 de agosto con la plata en los 50 espalda S5 (su discapacidad física). Nadó también tres pruebas más. El 5 de septiembre fue ingresada en un hospital de la capital japonesa y tras una semana fue llevada en un avión medicalizado a Madrid. Este lunes ha contado con un vídeo en Instagram que pasó nueve días en la UCI y desmintió que sufriera un cuadro de estrés y ansiedad como fueron informados los medios de comunicación. Perales, de 45 años y Premio Princesa de Asturias de los Deportes este 2021, tuvo convulsiones que la dejaron en la cama tres semanas. Ya está en casa y con las crisis controladas; pero, afirma, sigue sin tener un diagnóstico clínico.
“Quiero agradecer el cariño que me habéis mostrado en los 21 días que he estado hospitalizada entre Tokio y Madrid. No he podido contestar antes porque quería tener suficiente fuerza física para hacer este vídeo y contaros en primera persona lo que me está pasando”, dice la nadadora. “Nunca me han diagnosticado un cuadro de ansiedad y si así lo fuera por supuesto que no tendría ningún problema en decirlo, faltaría más. Siento mucho que mientras me estaban descartando enfermedades como un tumor, un derrame cerebral, o meningitis y sin que mi familia y yo lo supiéramos y por supuesto sin nuestra autorización, alguien dijera erróneamente a los medios de comunicación que yo tenía un cuadro de ansiedad y estrés. Desconozco por qué se dijo”, explica Perales en el vídeo.
La nadadora explica que 21 días después del primer ingreso en Tokio sigue sin tener un diagnóstico. Asimismo asegura que con la medicación sus crisis están controladas y puede hacer vida prácticamente normal. “Aún seguimos esperando algunos resultados. Los síntomas que tengo están muy controlados y son convulsiones con fuerte hiperactividad muscular que eran tan fuertes que durante muchos días fui incapaz de controlar mi cuerpo. Con la medicación estoy muchísimo mejor y puedo hacer vida prácticamente normal, también en la medida que me permiten las fuerzas después de haber estado 21 días encamada”.
Relata lo difícil que ha sido el proceso: “Ha sido una travesía muy larga de la que estoy saliendo poco a poco”. Al principio, cuenta, los médicos sospecharon que fuera epilepsia. “Apuntaba a eso, por eso en Tokio ya descartaron tumores cerebrales, derrames, esas cosas asociadas a una crisis tan aguda y repentina con esos síntomas que tuve. Sin embargo ya en Madrid y tras realizar las pruebas pertinentes, quedó completamente descartada. Todas las pruebas que me están realizando están saliendo bien, aunque me falten todavía muchos resultados por recibir. A día de hoy lo único realmente cierto es que tengo las crisis controladas con medicación pero aun no tengo un diagnóstico clínico”, explicó.
Agradeció a los medios y a los aficionados el respeto, cariño y discreción, se disculpó por su ausencia en las redes y por haber tenido que cancelar eventos a los que se había comprometido a asistir.
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