Una pareja de Virginia de unos 40 años murió por complicaciones de COVID-19 este mes, dejando huérfanos a sus cuatro hijos. Sus familiares les habían perdido a ambos que se vacunaran contra el virus, pero estos se rehusaron.
Kevin y Misty Mitchem se conocieron en la preparatoria y se casaron hace 17 años. Vivían con sus hijos en el condado Stafford. Kevin también tenía una hija más grande y recientemente, había nacido su primer nieto.
“Siempre estaba trabajando para llegar a fin de mes. Amaba a sus hijos, siempre estaba haciendo algo por ellos”, dijo su madre, Terry Mitchem.
Kevin trabajaba como operador de maquinaria pesada y ayudaba a su padre, Don Mitchem, con otros empleos adicionales, cortando céspedes y transportando basura.
El mes pasado, Kevin y Misty dieron positivo al COVID-19. En el caso de la mujer, la infección la golpeó fuerte y avanzó rápidamente.
“Kevin me llamó el lunes y me dijo, ‘Misty está en el hospital. Dicen que tiene COVID. Automáticamente la pusieron en un respirador porque estaba muy mal’”, narró Don Mitchem.
Los síntomas de Kevin también empezaron a empeorar. Su familia está frustrada que sus primeros intentos para recibir ayuda médica no llevaron a un tratamiento concreto. Según cuentan, le recetaron jarabe para la tos.
Combinar las vacunas incrementa los niveles de anticuerpos, determinó el estudio.
Un día después, Kevin fue hospitalizado. Misty sufría de diabetes, pero Kevin no tenía ninguna condición previa.
“Dijo, ‘Papá, voy al hospital’”, recordó Don Mitchem. “Le dije, ‘¿por qué, Kevin?’ Y él respondió, ‘me siento mal’”.
La mañana siguiente, Kevin se enteró que su esposa había muerto y su condición empeoró.
Don Mitchem se apresuró al hospital y logró tener una última conversación con su hijo antes de que este fuese puesto en un respirador. “Dijo, ‘Papá, estoy aterrado’”, contó lloroso Don Mitchem. “Le dije que llamara a su mamá”.
Conoce los detalles.
El hombre contactó a su madre y le dijo que la amaba y que se arrepentía de no haberse vacunado contra COVID-19, contó Terry Mitchem. “Por supuesto que le dije, ‘Es el pasado, no puedes hacer nada al respecto’”
Kevin falleció el 8 de octubre. Sus padres, quienes ya han recibido la inyección de refuerzo, habían tratado en vano de persuadirlos para que se inmunizaran.
Pero según cuentan, Kevin y su esposa creían que no necesitaban la inoculación.
Don y Terry Mitchem esperan que la devastadora historia de su familia ayude a que las personas aún no vacunadas reconsideren su posición. “Por favor, vacúnense”, dijo Don Mitchem.
Una tía de los niños está cuidado de ellos en Carolina del Sur. La familia ha abierto una página de recolección de fondos para ellos. El funeral de Kevin Mitchem estaba pautado para este sábado en Woodbridge.
Source link