El PRI ha dicho ‘no’ a dar la carta de libertad a Quirino Ordaz. Justo el día que el exgobernador de Sinaloa dejaba formalmente su cargo para dar paso al morenista Rubén Rocha, la cúpula del partido tricolor ha negado al veterano priista concederle la licencia solicitada para darse de baja y comenzar los trámites necesarios para su nombramiento oficial como embajador de México en España. En septiembre, Andrés Manual López Obrador propuso a Quirino (59 años) como máximo diplomático en España, un movimiento interpretado como otro torpedo de Morena en la línea de flotación del PRI, que afronta este mes el espinoso dilema de alinearse con el partido oficialista en la votación de la reforma eléctrica o mantenerse firme en la oposición con sus socios del PAN y el PRD.
El anuncio del presidente fue recibido con indignación por parte de la dirección del PRI. Su presidente, Alejandro Moreno, denunció que ni siquiera fueron informados por parte de Ordaz y acusó a López Obrador de querer dividir la colación opositora. Tras la votación del domingo por la noche, desde dentro del partido han vuelto a acusar a Ordaz de favorecer, cuando menos por omisión, a Morena durante las elecciones de junio. “Darle la licencia al exgobernador Quirino Ordaz para ser embajador sería una traición a mi partido y al priismo sinaloense”, ha publicado en su cuenta de Twitter Paloma Sánchez, diputada federal del partido por Sinaloa.
Esta noche, el Consejo Político Nacional del PRI sometió a votación la solicitud de licencia a su militancia promovida por @QuirinoOC, para sumarse a los trabajos del Gobierno Federal de Morena.
Tras debatir y escuchar las posturas, la mayoría del Consejo votó por la negativa.
— Alejandro Moreno (@alitomorenoc) November 1, 2021
Ordaz es un veterano priista con una carrera de cuatro décadas en puestos medios tanto a nivel federal como estatal. Cercano al grupo de Enrique Peña Nieto, también pasó por las filas del Partido Verde. Tuvo un cargo en la Secretaría de Energía durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y fue subdirector de promoción turística bajo el mandato de Ernesto Zedillo. Más tarde pasó a dedicarse a la política territorial, con un paréntesis como diputado de la coalición entre el PRI y el Partido Verde en el Congreso.
Durante el acto en Culiacán, capital del Sinaloa, que sirvió de pasarela para su presentación, el presidente lo calificó de “profesional” y “hombre de trabajo”. En todo caso, la propuesta, según comunicó la Cancillería, “será presentada al Gobierno de España para solicitar el beneplácito conforme a las normas diplomáticas internacionales y, posteriormente, será enviada al Senado para su análisis y dictaminación conforme a lo dispuesto por la Constitución”.
La negativa del PRI a aflojar la mano respecto a Ordaz se produce en un momento clave de la legislatura. El grupo parlamentario de Morena, con mayoría simple en la cámara, pero necesitado de pactar para sacar adelante los cambios constitucionales marcados en lo más alto de su agenda, anunció que pretende acometer la votación de la reforma eléctrica este mismo mes de noviembre. Tras la presentación del borrador, la oposición anticipó su negativa a una vuelta a atrás a la liberalización del mercado. Todos, salvo el PRI, que en un ambiguo movimiento anunció la creación de unos foros para estudiar al detalle las implicaciones de la reforma, máxima ambición del presidente. Todos los dedos apuntan al histórico partido, que afronta el dilema de apoyar al Gobierno o cerrar filas con la oposición.
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