Fernanda Trías gana el Sor Juana Inés de la Cruz en la FIL de Guadalajara


La escritora uruguaya Fernanda Trías ha ganado el premio de literatura Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Mugre Rosa, a pocas semanas de que empiece la edición número 35 de la feria del libro de Guadalajara, la más importante en la literatura latinoamericana. El premio de 10.000 dólares, que se otorga desde 1993, busca reconocer el trabajo de las autoras en el mundo hispano como la argentina Camila Sosa (ganadora en el 2020), la chilena Nona Fernández (2017) o la colombiana Laura Restrepo (1997).

De acuerdo al jurado –integrado por los escritores mexicanos Ave Barrera y Eduardo Antonio Parra, y la chilena Andrea Jeftanovic– Mugre Rosa es una novela “capaz de mirar con valentía el vacío, pero también trata con ternura los temas centrales de la definición de lo humano como la enfermedad, la incertidumbre, la empatía y el dolor”. Trías, que reside en Colombia, dijo al jurado que “todos los escritores en algún momento fantaseamos en tener un reconocimiento de nuestro trabajo, y de todos los premios posibles este es uno con el que yo siempre soñaba”.

Mugre Rosa es una novela de ciencia ficción muy sorprendente porque preveía el horror de la pandemia antes de que esta ocurriera. Terminada en 2019, la novela imaginó un escenario post-apocalíptico muy parecido al que terminamos viviendo en marzo del 2020. Los personajes principales son una mujer y un niño encerrados dentro de un diminuto apartamento porque, si salen, podría matarlos una sustancia extraña en el aire, un viento rojo. Los hospitales de esta ciudad portuaria (parecida a Montevideo) están colapsados, llenos de enfermos con tos, debilidad muscular y malestar general. Las autoridades le piden a todos los ciudadanos que si salen a las calles lo hagan con mascarillas, y algunos de estos últimos creen que detrás de las medidas sanitarias hay una especie de conspiración.

“Yo venía reflexionando sobre las consecuencias del ser humano sobre el medio ambiente, y esta pandemia es consecuencia directa de la manera en la que nos relacionamos con el medio ambiente”, dijo Trías a El PAÍS cuando se publicó la novela, a finales del 2020, para explicar su inesperado poder premonitorio. La preocupación principal para la autora cuando escribía era la relación del ser humano con la industria alimenticia que ha generado otras enfermedades (como la gripe aviar, por ejemplo). “Así como el patriarcado es una estructura social de dominación y jerarquía sobre la mitad de la población, también hay una dominación hegemónica y una explotación sistemática del hombre sobre los animales que consiste en la destrucción y matanza sistemática”, dijo. “Antes de que empezara la pandemia ya tenía muy presente esta sensación apocalíptica de: lo estamos destruyendo todo y no va a haber tiempo para parar esta autodestrucción”.

Trías, que se encuentra actualmente en la ciudad colombiana de Cali para la feria del libro allí, habló con El PAÍS sobre el éxito de la novela en este año. “Está buenísimo que la FIL haya premiado un libro así, porque creo que está legitimado un género como la ciencia ficción”, dijo a El PAÍS. “Le trae visibilidad al libro pero también al género, ayuda a autores que creen aún que es algo muy de nicho”. Publicado por la editorial Random House, Mugre Rosa llegó a todos los países de habla hispana este año y poco a poco se fue convirtiendo en un fenómeno editorial (acaba de ganar el premio Bartolomé Hidalgo de Narrativa en Uruguay, y está siendo traducido al inglés, portugués, italiano y danés).

“Sí se sintió cómo Mugre Rosa llegó a una cantidad de lectores en muchos países: todos los días me etiquetaban en una red social lectores de todas partes, de Argentina, Chile, de Perú”, cuenta Trías. “Creo que muchos lectores que se han sentido muy identificados con algunos aspectos del libro –algunos por la catástrofe, vinculándolo con emociones que sintieron durante la cuarentena, ese miedo al otro y ese miedo al invisible contaminante. Eso impactó mucho a mucha gente, se identificaron con esa sensación de ahogo y esa sensación apocalíptica del fin del mundo. Pero esa no fue la única lectura, que era mi miedo en aquel momento [en que se publicó la novela]. También se leyó por el lado de las maternidades, de los cuidados, del duelo”.

La novela fue también una posibilidad de explorar los límites emocionales del ser humano en medio del encierro obligado durante una cuarentena. “Aunque a mí me gustó mucho imaginar este mundo distópico, a mí lo que me interesaba no era la distopía sino lo que pasaba en la casa de la protagonista”, explicó Trías cuando se publicó la novela. “El encierro en la casa me permitía crear una especie de escenario, como en una obra de teatro, donde las sutilezas de las reflexiones, de las emociones, de los conflictos, cobran protagonismo. Y también porque en el encierro es cuando puedo llevar al personaje contra las cuerdas, acorralándolo y sin posibilidad de escape. ¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Qué cosas emergen?”

Lo que emerge es, en parte, una reflexión distinta sobre la maternidad: la protagonista no solo cuestiona la relación con su madre sino con el niño que cuida, enfermo y abandonado parcialmente por su familia biológica. La mujer, de alguna forma, se va convirtiendo poco a poco en una madre sustituta. El objetivo, explicó la autora, era enfrentar “la maternidad como una posesión versus la maternidad como un tejido de hilos afectivos. Puede haber muchas figuras maternales, y se podría pensar la maternidad de otra manera, y no como una posesión, que al final es una cosa tan patriarcal”.

La entrega del premio se realizará el 1ro de noviembre en Guadalajara, México, durante la feria del libro que será del 27 de noviembre al 5 de diciembre. También estará en Guadalajara la escritora chilena Diamela Eltit, ganadora este año del Premio FIL de literatura en lenguas romances.

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