A Dolly Parton le preguntaron en una entrevista cuánto tiempo tardaban en hacerle su peinado. “Cómo voy a saberlo, si nunca estoy ahí”. Su ingenio no lo empaña ninguna de sus pelucas.
El jueves se estrenó en La Sexta El caso Lewinsky, la tercera entrega de la antología American Crime Story, una serie conocida por Ryan Murphy, su principal productor, pero no escrita por él: cada temporada está basada en un libro que diferentes guionistas han adaptado. En este caso, con la bendición de Monica Lewinsky, que tiene crédito de productora.
Las actrices que protagonizan El caso Lewinsky, un reparto de caerse de espaldas, podrían haber parafraseado a Dolly Parton ante las preguntas sobre el peinado de sus personajes. Ahí están Edie Falco, Margo Martindale, Analeigh Ahsford, Beanie Fedelstein y, cómo no, Sarah Paulson, que interpreta a la verdadera protagonista de la temporada, Linda Tripp, la señora que tras ganarse la amistad de Lewinsky, grabó sin su consentimiento sus confidencias sobre su lío con Bill Clinton y la traicionó filtrando los audios.
Linda Tripp sí estaba cuando la peinaban. Una vez le dijo a su peluquero que prefería que la sondasen a tener que ir a un aseo público de mujeres porque había visto a Hillary Clinton usar uno. Tripp no tiene opinión sobre la serie porque falleció en 2020. La que sí ha hablado es su hija Allison, que ha alabado el trabajo de Sarah Paulson: “Le ha transmitido a la audiencia que mi madre tenía sentido de la lealtad e hizo lo que creía que estaba bien”. También ha contado que se rio con algunos parlamentos que reflejan su sentido del humor. Que las pelucas no nos impidan ver el bosque: la diferencia entre la villanía y el antiheroísmo es solo una cuestión de punto de vista.
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