Pasillos del Hospital Santa Lucía de Cartagena, Murcia.Fundación CurArte
Una mujer que se sometió a principios del mes de diciembre a una cirugía estética en una clínica privada de Cartagena ha muerto este sábado en la unidad de cuidados intensivos del hospital público Santa Lucía, en esa misma ciudad, según ha informado Ezequiel Nicolás, portavoz de la familia de la víctima, Sara Gómez Sánchez. El fallecimiento, ha señalado, se ha producido como consecuencia de las múltiples perforaciones y lesiones en el riñón, el hígado, el duodeno, el colon y el intestino que sufrió tras la lipoescultura a la que se sometió el pasado 2 de diciembre.
Fuentes del entorno de la mujer, de 39 años y natural de Alcantarilla, que ya habían denunciado las lesiones por negligencia médica ante la fiscalía, estudian ahora presentar ante el juzgado de guardia una denuncia por homicidio por imprudencia en cuanto tengan el resultado de la autopsia. Según la denuncia que se presentó en la fiscalía, el médico que la intervino inició su licenciatura en Chile, la siguió en Murcia y la concluyó en Nápoles (Italia) y hasta mayo de 2020 fue cirujano cardiovascular del Servicio Murciano de Salud. Recientemente obtuvo el máster en medicina estética y antienvejecimiento por la Universidad Complutense de Madrid.
La intervención, contratada en la clínica Galena, duró cinco horas. Después, el centro aseguró a la familia, según el relato de esta, que todo había salido bien, pero que la paciente había perdido líquidos y sangre, por lo que debería permanecer más tiempo en el quirófano para poder estabilizarla, ya que costaba mantenerle la tensión. Sin embargo, la mujer fue trasladada poco más tarde al hospital público de referencia en Cartagena, donde entró en urgencias con shock hipovolémico en situación de extrema gravedad.
Tras la operación reparadora de urgencia a la que se le sometió entonces,el parte médico citaba distintas lesiones, entre otras, “necrosis de la pared abdominal, peritonitis, absceso con contenido intestinal, disección de todo el retroperitoneo derecho e izquierdo con exposición de ambos músculos psoasiliacos, congestión gastrointestinal con múltiples perforaciones”. Según la denuncia, estos hallazgos no se pueden en ningún caso justificar como un riesgo típico de una intervención estética de lipoescultura, por lo que se pedía a la fiscalía que tomara muestras por posible consumo de drogas del cirujano y que se investigara a todas las personas que participaron en la intervención en la clínica privada.
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