Dos jugadores disfrutan con una videoconsola de mesa en su casa.Carles Navarro Parcerisas (Getty Images)
Vicente Marín lleva varias semanas en la lista de espera de El Corte Inglés de Mijas (Málaga) para recibir su Nintendo Switch OLED, uno de sus regalos de Navidad más deseados. “Lo único que me dicen es que se encarga la empresa de los pedidos. Está agotada en todos lados”, comenta. Los camellos de los Reyes Magos llegan menos cargados de videoconsolas este año. Muchos aficionados a jugar frente la pantalla se despertarán decepcionados este jueves al no encontrar lo que habían pedido en su carta de deseos. Detrás del problema está el ritmo de fabricación de los chips, incapaz de seguir a la demanda, disparada como consecuencia de la recuperación.
Los semiconductores son un componente básico en la economía actual. Esos microprocesadores garantizan el funcionamiento de todo tipo de productos electrónicos, desde las consolas hasta los automóviles. La fabricación de un chip lleva generalmente más de tres meses e involucra fábricas gigantes para cuya construcción se necesitan años y miles de millones de euros. Además, el encarecimiento de la energía y la subida de los fletes de transportes de contenedores han echado leña al fuego.
Este atasco global y la fiebre por los videojuegos han provocado que muchas tiendas se queden sin existencias antes de la campaña navideña. En El Corte Inglés de la Calle Preciados de Madrid informan que llevan desde el noviembre pasado sin unidades de PlayStation 5 (PS5) en el almacén. “Al parecer, Sony no las quiere vender en tiendas, porque prefiere el canal digital. Los clientes siguen preguntándonos por ella, pero ya se han acostumbrado al no y optan por otras consolas”, comenta un vendedor. Con la Xbox no han tenido mucha más suerte. “Es cierto que como se vende menos, hay más opciones de conseguirla, aunque sigue sin fabricarse”, añade.
En la tienda madrileña Vallekas Gamer el panorama no es más halagüeño. Quedan muy pocas unidades de videoconsolas de mesa. “Es un problema con el que nos enfrentamos desde finales de 2020, aunque se ha agudizado en los últimos meses. A los clientes les decimos que no nos llegan las piezas y que normalmente lo poco que se fabrica se vende online”, asegura José Luís Domínguez, dueño de la tienda.
En la presentación de resultados del pasado noviembre, el presidente de Nintendo, Shuntaro Furuwaka, rebajó a 24 millones de unidades las previsiones de ventas de Nintendo Switch para el segundo semestre fiscal, que acabará el 31 de marzo de 2022. La compañía japonesa venderá durante este período 1,5 millones de consolas menos de lo previsto debido a los cambios de planes de producción que está provocando el desabastecimiento mundial de chips informáticos. “En España, esto ha afectado por ahora únicamente a los niveles de stock del Modelo OLED de Nintendo Switch durante las navidades, que no está disponible en muchos de nuestros distribuidores y esto dista mucho de ser una situación normal”, apunta la jefa de prensa de Nintendo Ibérica, Cristina Pérez.
Las ganancias del gigante nipón de videojuegos en el primer semestre fiscal de 2021 —de abril a septiembre— se desplomaron un 19% en comparación con el año anterior. Nintendo, que está detrás de franquicias como Pokemon y Super Mario, se hizo de oro durante la pandemia al ofrecer entretenimiento en casa durante los confinamientos. Sin embargo, la escasez de semiconductores está poniendo en jaque la producción de esas máquinas, y desde hace más de un año no consigue satisfacer la demanda mundial. Según Gerard Álvarez, director de Marketing de la Escuela Superior de Videojuegos y Arte Digital, las compañías miran de cerca las dificultades de fabricación y de reparto de las consolas, aunque la mayoría de sus beneficios no se obtienen del hardware, sino del software. “Las ventas de videojuegos compensan las menores entregas de consolas”, añade.
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Al igual que Nintendo, Sony se vio forzada a reducir sus perspectivas de producción de la PS5, la joya de la corona de la compañía, por limitaciones de componentes y logística. Según informó Bloomberg, el gigante del entretenimiento con sede en Tokio redujo de 16 a 15 millones las unidades ensambladas previstas para este año fiscal. El presidente ejecutivo de la compañía, Jim Ryan, reconoció los problemas de distribución de la PS5 en un mensaje conmemorativo con ocasión del primer aniversario de la consola: “Seguimos viendo una demanda histórica de PS5, y entendemos que los inventarios reducidos continúan siendo fuente de frustración para muchos de nuestros clientes. Estamos centrados en hacer todo lo que esté en nuestras manos por distribuir tantas unidades como sea posible”. El gran interrogante es cuánto durará esta escasez.
Roturas de stock en Pokémon y juegos de mesa
Las videoconsolas no son los únicos regalos que se han agotado con más rapidez de lo normal en esta campaña navideña. Muñecas, puzzles, juegos de sociedad y de construcción han sido los más demandados. El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, asevera que, aunque los problemas que han afectado al transporte han tenido un gran impacto durante todo el año en la industria juguetera, las estanterías nunca se han quedado vacías. “Hemos puesto la alarma ya en verano para adelantar los pedidos y, salvo puntuales roturas de stock por la estacionalidad del mercado, no se han registrado graves desabastecimientos”.
Eso sí, todas las jugueterías consultadas coinciden en que lo que se ha acabado más rápido en los últimos meses han sido los juegos de Pokémon. “Las cartas y las bolas nunca han llegado a nuestra tienda. La gente los pide mucho porque ahora están en boga otra vez, pero me temo que cuando nos los manden la moda ya se habrá pasado”, señala Joseline Alcantara de la juguetería Party Tú y Yo. Gotta catch ‘em all! (¡Hazte con todos!), decía uno de los eslóganes de la famosa serie de videojuegos.
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