Blas de Otero Muñoz fue un escritor español, representante de la poesía social e intimista que ofreció cantidad de poemas y escritos. Le rendimos homenaje con las frases célebres de Blas de Otero en el día de su nacimiento 15 de marzo.
Murió un 29 de junio de 1979 y nos dejó frases como éstas.
Puente de dos columnas, y yo río. Tú, río derrumbado, y yo su puente abrazando, cercando su corriente de luz, de amor, de sangre en desvarío.
Si algo me gusta, es vivir. Ver mi cuerpo en la calle, hablar contigo como un camarada, mirar escaparates y, sobre todo, sonreír de lejos a los árboles.
Cuerpo de la mujer o mar de oro donde, amando las manos, no sabemos, si los senos son olas, si son remos los brazos, si son alas solas de oro.
Yo por ti, tú por mí, todos por una tierra en paz y una patria mejor
Vísteme de hermosura el pensamiento, serenidad, perennemente unida al árbol de mi vida a contra viento.
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, al borde del abismo, estoy clamando a Dios
Yo doy todos mis versos por un hombre en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso, mi última voluntad.
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre aquel que amó, vivió, murió por dentro y un buen día bajó a la calle: entonces comprendió y rompió todos sus versos.
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como el anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra
Hay días que no tienen razón de ser ni de estar, sólo de transcurrir y dejar que otro cielo, distinto aire ocupen el espacio y se colmen poco a poco, de palabra, pensares y obra que ahí quedan, intactos, a través de los días y su campana azul y transferible.
Si escribo es por seguir la costumbre de combatir la injusticia. frases célebres de Blas de Otero
Si me muero, que sepan que he vivido luchando por la vida y por la paz. Apenas he podido con la pluma, apláudanme el cantar.
El aire es sabiduría y música del entendimiento. No hay diálogo posible si el aire falta, entonces la atmósfera se enrarece y el ciudadano se entontece.
Romper el mar
en el mar, como un himen inmenso,
mecen los árboles el silencio verde,
las estrellas crepitan, yo las oigo.
A veces pienso que sí, que es imposible
evitarlo. Y estoy a punto de morir
o llorar. Desgraciado de aquel que tiene patria,
y esta patria le obsede como a mí.
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