Margarita de Dinamarca ha cumplido medio siglo como soberana del país escandinavo. Para celebrarlo, el pasado viernes la reina reunió a su familia en distintos actos conmemorativos que, cumpliendo con las medidas derivadas de la actual situación epidemiológica, fueron de carácter íntimo. Una celebración muy alejada de la que organizó hace una década cuando celebró sus 40 años de reinado con una gran fiesta de gala y un baño de masas paseando en carroza por las calles de Copenhague.
En esta ocasión, ataviada con un vestido azul conjuntado con una chaqueta y su icónico pelo recogido, la reina comenzó la jornada asistiendo junto a su hijo, el príncipe heredero Federico, a una reunión con el Consejo de Estado, tal y como hizo en 1972 antes de ser proclamada reina. Tras este acto acudió acompañada por el resto de la familia al Parlamento para después terminar la efeméride visitando la tumba de sus padres, el rey Federico IX y la reina Ingrid. La gran ausencia en una fecha tan señalada fue la de su hermana menor, Ana María, que no pudo viajar a su país natal a causa de la infección por coronavirus de su marido, el rey Constantino de Grecia. Tampoco pudo contar con la presencia de sus ocho nietos, que están concentrados en sus obligaciones escolares.
El príncipe Federico, heredero al trono, y su mujer, la princesa Mary, a su llegada a la visita de la tumba de su abuelo, Federico IX.MARTIN SYLVEST (AFP)
La primera en llegar al castillo de Christiansborg fue su otra hermana, la princesa Benedicta, que eligió un abrigo morado para la ocasión, y después hicieron acto de presencia los dos hijos de la reina acompañados por sus esposas. La princesa Mary, mujer del heredero al trono, apostó por el beige de pies a cabeza eligiendo una capa de la diseñadora uruguaya Gabriela Hearst y completando su estilismo con tocado tipo casquete de Jane Taylor, que ya había lucido en otras ocasiones, y unos salones de Prada. Su cuñada, la princesa Marie, con la que guarda cierto parecido físico, prefirió poner una nota de color con un abrigo tipo batín en verde menta firmado por Max Mara. Como complementos, también apostó por un tocado, bolso de Bottega Veneta y zapatos de Jimmy Choo.
El príncipe Joaquín, hijo menor de Margarita, y su mujer, la princesa Marie, a su llegada a la celebración en el Parlamento danés.Mads Claus Rasmussen (AP)
La reina, que tiene una debilidad especial por la moda, y ha diseñado vestuarios para obras como Los cisnes salvajes, El Cascanueces o más recientemente, para la película de Netflix Ehrengard, apostó por la calma de un conjunto azul, que completó con abrigo y tocado en gris. Lo más especial de su estilismo, sin duda, fueron las joyas.
En la solapa de la chaqueta podía verse un broche que le regaló su madre. Se trata de una espectacular pieza de 238 diamantes que tiene gran valor sentimental para la soberana, ya que fue una pieza que la reina Ingrid lució el día de su boda y que fue confeccionada en recuerdo a su abuela, la reina Margarita. En el pecho lucía otro broche con forma de herradura que también está cargado de significado y fue un regalo de su padre, Federico IX, el día que fue proclamada heredera al trono. Con esta elección, la reina quiso tener muy presentes a sus progenitores en una fecha tan señalada.
La primera miniestra danesa, Mette Frederiksen, felicita a la reina tras la celebración del Consejo de estado. MADS CLAUS RASMUSSEN (AFP)
El acto más emotivo de la jornada fue la visita a la catedral de Roskilde, ciudad que fue la capital danesa entre los siglos XI y XV, y donde se encuentran las tumbas de Federico IX y la reina Ingrid. En el templo, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995, descansan 20 reyes y 17 reinas, pero únicamente los restos de los padres de Margarita están en el exterior. Algunos curiosos se acercaron hasta el lugar para ser testigos de cómo la familia real les hacía una ofrenda floral. La reina Margarita depositó una corona de flores en tonos azules y su hermana, la princesa Benedict, eligió una de color rosa. También dejaron una tercera, amarilla, en nombre de su otra hermana, Ana María, y los príncipes herederos, Joaquín y Marie de Dinamarca, colocaron sendas coronas de laurel.
La reina Margarita después de visitar la tumba de su padre, el rey Federico IX.Martin Sylvest (AP)
En las instantáneas, la familia al completo lleva una medalla conmemorativa por el Jubileo de Oro de la Reina en la que puede verse a la monarca rodeada de los tres leones que custodian la entrada del castillo de Rosenborg. La cara posterior está grabada con el monograma de la Reina junto a la Orden de Dannebrog y la Orden del Elefante, así como las fechas de su medio siglo de reinado: 14 de enero de 1972- 14 de enero de 2022. Precisamente el 14 de enero de hace 50 años, apenas dos semanas después de la muerte de su padre, el rey Federico IX, Margarita fue proclamada reina ante una multitud que aclamaba su nombre. Para conseguirlo, su padre había tenido que lidiar con buen tinglado constitucional y casi seis años de batalla legal que permitieron que pudiera reinar a pesar de ser mujer. Ella, como ha afirmado más de una vez, entiende el cargo como un servicio público que durará hasta su muerte.
La princesa Benedicta, hermana de Margarita; el príncipe Federico y la princesa Mary.Martin Sylvest (AP)
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