Los fuegos artificiales son sinónimo de espectáculo y fiesta, pero los humos y productos químicos que liberan contribuyen al aumento de la contaminación urbana. La pandemia, por otra parte, ha obligado a cancelar encuentros en grupo de todo tipo que son importantes para mantener el sentido de comunidad. El artista y diseñador holandés Daan Roosegaarde, ha buscado una alternativa sostenible al efecto visual de la pirotecnia, y lanza este martes un proyecto denominado SPARK (chispa). Es una mezcla de luz y pompas biodegradables -similares en aspecto a las de jabón- movidas por el viento que llama fuegos artificiales alternativos. Si bien las chispas son una metáfora, la combinación de diseño y tecnología servirá para formar en el aire una nube de 50x30x50 metros. Se ha inspirado, según explica al teléfono, “en el brillo de las luciérnagas en la noche, y en el movimiento de las bandadas de pájaros, para ofrecer un espectáculo sin rastro de polución y que conserva la esencia de actividades tan arraigadas como el uso de los fuegos de artificio”. Si bien declina desvelar la receta de las burbujas, asegura que han sido probadas y aprobadas por las autoridades competentes antes de su presentación.
Conocido por aplicar el activismo ambiental a sus creaciones artísticas, Roosegaarde presentó en diciembre Seeing Stars (ver las estrellas) un proyecto para reducir la contaminación lumínica en las ciudades que permita contemplar el cielo estrellado. Forma parte, junto con SPARK, de un cuarteto de trabajos que combinan arte, arquitectura y tecnología “para promover un futuro más sostenible”, afirma en la misma conversación. Las otras dos propuestas se llaman GROW (crecer, cultivar), y Urban Sun (sol urbano). La primera, es una instalación pensada para mejorar el crecimiento de los cultivos por medio de luces rojas, azules y ultravioleta. En la otra, una luz de radiación ultravioleta contribuye a desinfectar espacios al aire libre para reducir el riesgo de contagio por coronavirus. SPARK tendrá su estreno mundial entre el 1 y el 3 de junio, en Bilbao, durante la Cumbre del Bienestar para el Cambio Social (The Wellbeing Summit 2022).
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