El Atlético de Madrid lleva tiempo tratando de fichar un delantero para completar la plantilla. Edinson Cavani es el preferido del club rojiblanco. Sobre todo, de su entrenador, Diego Simeone. El argentino quiere contar con el uruguayo a partir de este mes de enero.
Pero como suele suceder, desde la dirección deportiva se ha peinado el mercado pensando en otros futbolistas. Y uno de ellos es el Chimy Ávila. El argentino está brillando en Osasuna, y son muchos los equipos que siguen la pista de este atacante de sólo 25 años. En El Sadar quieren renovar su contrato y aumentar su cláusula de rescisión, pero hasta el 1 de febrero tendrán la incertidumbre provocada por el hecho de que cualquier club llegue a Pamplona para llevarse al sudamericano.
Su cláusula de rescisión es de 25 millones de euros, cantidad ‘asequible’ teniendo en cuenta las cifras que se mueven hoy en día en el mundo del fútbol. Y Osasuna no piensa rebajar un solo céntimo de esa cifra, ya que es un futbolista vital para el cuadro rojillo.
Llamada al Sadar
Eso ya lo sabe el Atlético, que hace unas semanas, se puso en contacto con Osasuna para interesarse por la situación del argentino e informar a la entidad navarra de que en el Metropolitano se planteaban lanzarse a por el Chimy, jugador del que el propio Cholo reconoció que le gusta. Fue un contacto informal, en el que el club madrileño comunicó sus intenciones a Osasuna, pero no se profundizó demasiado.
Y el motivo no es otro que Edinson Cavani es la prioridad absoluta del Atlético y de Simeone para reforzar el ataque en este mes de enero. Sólo si la operación fuese imposible, se volvería a mirar a Pamplona, desde donde también han activado su radar por si tuviesen que encontrar un sustituto a última hora para el Chimy. Enric Gallego, que apenas está teniendo protagonismo en Getafe, es uno de los nombres que figuran en la agenda de la dirección deportiva rojilla.
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