El paro indefinido del transporte de mercancías que desde el pasado lunes están protagonizando pequeñas empresas y camioneros autónomos en todo el país por la subida de los carburantes, convocados por la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías, se ha enconado tras tres días de protestas. Los incidentes violentos, con cortes de carretera o piquetes impidiendo el acceso a puertos, grandes mercados, polígonos industriales y zonas de carga, se han multiplicado. Mientras tanto, los problemas con el suministro de mercancías crecen y ya se habla de escasez en los grandes mercados mayoristas como MercaMadrid, MercaCórdoba o MercaGranada, mientras que industrias como la láctea, la siderúrgica o la hortofrutícola han advertido que tendrán que paralizar la producción si se mantiene el conflicto.
Ante esta situación, el Gobierno ha tenido que reaccionar y la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha denunciado la “fuerza, violencia y coacción” con la que están actuando algunos piquetes, y ha asegurado que se actuará con la “mayor contundencia” para garantizar que los camioneros que quieran trabajar puedan hacerlo, reforzando el tránsito de los camiones a través de convoyes.
“No se puede consentir ni tolerar que en un Estado democrático y de derecho se utilice la violencia y la fuerza para impedir trabajar a quien quiere trabajar”, ha indicado en declaraciones a los medios, en un receso de la reunión que está manteniendo este miércoles en el Ministerio con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), el órgano que agrupa a la mayor parte de las asociaciones de transportistas, pero en el que no está representada la Plataforma que convoca la huelga. Al encuentro han asistido también por parte del Ministerio del Interior, el secretario de Estado de Seguridad; Rafael Pérez; el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, Fernando Mora; y el comisario general de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, Juan Carlos Castro.
La ministra ha admitido el problema del encarecimiento de los carburantes pero ha expresado el convencimiento de que la mejor manera de afrontarlo es desarrollo del acuerdo alcanzado el pasado mes de diciembre con la CNTC, cuyo Real Decreto ley aprobado por Consejo de Ministros del pasado 1 de marzo, se convalidará mañana en el Parlamento. Ante la situación de excepcionalidad, Transportes valora añadir medidas adicionales a las del decreto como trasladar al sector del transporte los principios que inspiran la Ley de Cadena Alimentaria y trabajar para publicar con periodicidad semanal y no mensual el índice de referencia de los precios del combustible.
El Gobierno sigue sin reconocer a la Plataforma del Transporte como interlocutor válido en el conflicto, pese a que sus dirigentes han reiterado que la CNTC no representa al sector del transporte, porque en la misma solo están las asociaciones de los grandes transportistas, “con empresas que no tienen ni siquiera un camión y subcontratan todos los transportes para llevarse las comisiones”, según denuncia el presidente de la Plataforma, Manuel Hernández. La CNTC, en la que se encuentran organizaciones empresariales como la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) y la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM),dice que el paro es minoritario porque los convocantes no representan ni al 5% del sector.
La principal reivindicación de la Plataforma del Transporte es la “prohibición, sin posibilidad de pacto en contra, de la contratación de los servicios de transporte por debajo de los costes de explotación, siendo la referencia del importe del coste, y de manera oficial, el Observatorio de Costes que publica Ministerio de Transportes (con actualización mensual)”. Además, pide que se incluyan sanciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en caso de incumplimiento, limitar la intermediación en el contrato de Transporte a un solo contratista (estableciendo responsabilidad directa al cargador principal en caso de impago de los servicios al transportista) y un plazo de pago máximo a 30 días, unido también a un régimen sancionador por su incumplimiento.
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Problemas de abastecimiento
El paro, que el lunes apenas afectó a los suministros de mercancías, ya está dejando sentir sus efectos en el tercer día de seguimiento con problemas de abastecimiento en los grandes mercados mayoristas de productos frescos. La primera plataforma logística alimentaria de España, Mercamadrid, solo ha recibido este miércoles la mitad de la mercancía habitual descargada. La Asociación de Empresarios Mayoristas del Mercado Central de Frutas de Madrid (Asomafrut) ha advertido de un posible desabastecimiento si continúa el paro de transportistas, principalmente el procedente del sureste meridional y zonas de origen de mayor producción como Almería, Granada, Huelva, Málaga o Murcia.
El presidente de MercaCórdoba, Antonio Álvarez, ha denunciado que la afluencia de minoristas al mercado está en el 60% si bien la mayoría de puestos de pescados en los mercados municipales se mantienen cerrados por la falta de producto, al no salir en origen por temor a incidentes con los piquetes. Problemas similares se han reproducido en MercaBarna o MercaGranada, donde ha sido necesaria la presencia policial para garantizar la entrada de mercancías.
Las industrias también sufren la escasez de materias primas. La asociación empresarial de las empresas siderúrgicas (Unesid) ha alertado de que el paro del transporte por carretera está teniendo “un impacto mayor del esperado”, sobre todo en los principales nodos industriales, donde clientes y proveedores son los mayores afectados.
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha denunciado “graves problemas” en el funcionamiento de la cadena alimentaria debido al bloqueo que se está produciendo en algunas carreteras españolas por la huelga de transportes. La patronal ha reportado numerosos incidentes debido a los cortes que están impidiendo la entrada y salida de vehículos de empresas, centros logísticos y explotaciones suministradoras de materias primas, dificultando la recogida de mercancías indispensables para el funcionamiento del sector.
Aunque sin duda el sector más afectado ha sido el lácteo. la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) ha anunciado que las empresas asociadas se verán abocadas a suspender su actividad trasformadora a partir de este jueves como consecuencia de la huelga de transportes. En concreto, las fábricas han visto interrumpido el suministro de los insumos necesarios para la elaboración de productos lácteos y también el traslado del producto terminado a las cadenas de distribución, por lo que se ha anulado la capacidad de envasado y de almacenamiento.
Según Fenil, que integra a más de 60 empresas del sector y representa a más del 95% de la producción nacional de productos lácteos, esta paralización está acarreando consecuencias sociales, económicas y medioambientales “inevitables”, ya que supondrá la suspensión de la recogida de la leche en las explotaciones ganaderas desde mañana”.
Denuncia de las patronales
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) han condenado los “actos violentos” que se están produciendo en el marco del paro de transportistas. Han hecho un llamamiento para que las autoridades frenen estos actos, porque esta situación “no hace sino empeorar las dificultades por las que pasan las empresas españolas en general”.
En la misma línea, las asociaciones empresariales que representan a la cadena de valor del gran consumo (ACES, Aecoc, Anged, Asedas y FIAB) solicitaron este miércoles al Ministerio de Interior y al Gobierno “su colaboración urgente para poder garantizar el buen funcionamiento de la cadena de suministro, ante “la actuación cada vez más beligerante de los convocantes, con bloqueos en puertos, lonjas, mercados mayoristas y centros logísticos, está empezando a ocasionar importantes problemas para las empresas del sector”.
Asunto político
El asunto se ha convertido también en arma política. El presidente de la Xunta y próximo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reclamado al Gobierno central la convocatoria de una conferencia sectorial de transportes para buscar un acuerdo con los transportistas “de forma inmediata” ante la “situación de colapso” por la huelga. En declaraciones a los periodistas, tras participar en un acto institucional en Santiago de Compostela, ha denunciado los momentos de “extraordinaria dificultad” que se viven por esta huelga, con problemas en las granjas para la alimentación del ganado y “toneladas de pescado” retenidas en las lonjas.
Frente a esa posición, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado que sigue de “cerca y con preocupación” la huelga de transportistas para que no cause desabastecimiento de alimentos, y solo ha reconocido que se han detectado algunas “disrupciones puntuales” en algunos productos frescos como el pescado, frutas y hortalizas.
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