Los accionistas del Banco Sabadell le dieron un aviso a los consejeros de la entidad sobre la política de remuneraciones. Casi cuatro de cada diez (38,4%) rechazaron el informe de remuneraciones del ejercicio 2021 —el año pasado solo tuvo un 10,1% de votos en contra— en la junta general de accionistas de este jueves. Entre las remuneraciones pactadas, Josep Oliu, presidente del banco, percibió casi 9,4 millones (7,5 millones son del plan de pensiones, que consolidó lo acumulado al dejar de ser presidente ejecutivo), y César González-Bueno, consejero delegado desde el pasado marzo, ganó 1,9 millones.
A esto hay que añadir lo que se le pagó a consejeros que ya no siguen en la entidad. Especialmente Jaime Guardiola, que era consejero delegado desde 2007 y dejó el cargo el pasado ejercicio: se embolsó 24,3 millones de euros (casi 23,9 millones es lo que tenía acumulado en su larga trayectoria en el plan de pensiones). También María José García Beato, que dejó de ser consejera ejecutiva en marzo, y percibió 6,3 millones (casi 4,7 millones del plan de pensiones, de los que 2,7 millones se le aportaron en 2021).
Fuentes del banco restan importancia a este rechazo y lo justifican por la recomendación negativa que había de los proxy advisors (entidades que prestan servicio a inversores, especialmente institucionales). “No hay rechazo por parte de los minoritarios. Y entre los institucionales, no todos han votado en contra porque las retribuciones están en línea con otros consejeros del Ibex”, destacan estas fuentes. De los diez puntos del día, fue el que menor apoyo consiguió (un 61,3%), ya que el resto recibió el sí de más del 90%, incluido el reparto del dividendo y la reelección de cinco consejeros.
El consejo consideraba que, tras un ejercicio en el que los resultados del banco fueron positivos una vez superada la fase más dura de la pandemia, era el momento de retornar a la normalidad las partidas de retribuciones. El Sabadell ganó 530 millones de euros el año pasado, al reducir las provisiones casi a la mitad (de 2.275 millones pasan a 1.225 millones) y la filial británica TSB ha pasado de representar unas pérdidas de 220 millones a aportar 118 millones al beneficio neto.
Una semana antes, en la junta general de accionistas del BBVA, este punto —la consulta del informe de remuneraciones— también fue el que menor respaldo recibió. Aunque en su caso solo tuvo el voto en contra del 11,11% de los accionistas (el año pasado el rechazo fue del 6,73%). En la misma junta, los accionistas dieron el sí de forma mayoritaria a la reelección del presidente del banco, Carlos Torres (97%), y al consejero delegado, Onur Genç (98,85%). Es decir, tuvo más apoyo Genç, lo que se explica por una menor exposición ante la opinión pública en los temas más comprometidos de la entidad.
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