El actor Ezra Miller fue arrestado el pasado lunes por la mañana en Hawái, bajo las acusaciones de alteración del orden público y acoso. Según el cuerpo de policía del condado, la demanda llegó desde un bar en el que Miller comenzó a “gritar obscenidades” a una joven de 23 años que cantaba en el Karaoke. El intérprete le quito el micro a la mujer e instantes después, se abalanzó sobre un hombre de 32 años que jugaba tranquilamente a los dardos. Posteriormente no tuvo ningún tipo de problema para pagar la fianza y salir del calabozo, ya que el juez le fijó una cantidad de 500 dólares.
De este modo, los fans de Harry Potter ya saben por qué Miller no apareció la noche de ayer en la premiere de Animales fantásticos: los secretos de Dumbledore. El actor interpreta a Credence Barebone en las precuelas del Wizard World y su inaceptable actitud, no ha podido llegar en peor momento para la Warner Bros. A la productora parece que le ha “mirado un tuerto” con la adaptación mágica. Primero con las quejas por la sustitución de Johnny Depp por Mads Mikkelsen y después con las polémicas declaraciones sobre la comunidad trans de la escritora J.K. Rowling.
No es la primera vez que el actor de Las ventajas de ser un marginado es noticia por sus escándalos y actitud violenta. En 2020 aparecieron unas imágenes en las que Miller asfixiaba a una mujer en un bar de Islandia y fuentes cercanas a esa situación describieron el acto como un altercado grave, del que el intérprete tuvo que salir escoltado. Una superestrella que, como una rara avis, todavía no ha sido avasallada por la firme y autoritaria cultura de la cancelación.
Además del poderoso mago de Animales fantásticos, Ezra Miller también es conocido por ser el Barry Allen cinematográfico de DC. Su Flash ha aparecido en Batman vs. Superman, La liga de la justicia y en verano de 2023 regresará con una película en solitario que visita el arco del cómic Flashpoint. Por delante también tiene el estreno de Dali Land, en la que interpretará a la versión joven del excéntrico pintor Salvador Dalí. En el futuro, Miller deberá cambiar su actitud si quiere que las grandes productoras sigan confiando en su trabajo. Un historial de actitudes que ya hemos visto reflejada en la industria, como por ejemplo son los casos de Shia Labeouf y James Franco.
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